‘Adolescencia’ y el lenguaje oculto de los emojis que parecen inofensivos: “Habla con tus hijos”

La serie que arrasa en todo el mundo pone sobre la mesa cómo los adolescentes utilizan su propio idioma a través de símbolos en redes
Los expertos recomiendan a las familias formarse tecnológicamente: “Las redes son como el dinero y tú no le das una cuenta ilimitada a tu hijo”
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¿Qué hay de malo o siniestro en enviar por Whatsapp o comentar una publicación en redes sociales con un emoji? A priori, y ante la mirada de una gran parte de la sociedad, nada. Los emojis no harían más que simbolizar un sentimiento o una acción desde la despreocupación o incluso la prisa.
Pero ‘Adolescencia’, la serie que está arrasando en todo el mundo, nos ha abierto los ojos a un universo que muchos, y en gran medida condicionados por la edad, podríamos no conocer. Para los adolescentes, los emojis reflejan un lenguaje secreto, encriptado, al que sólo ellos tienen acceso y con el que comunicarse de forma paralela al mundo de los adultos.
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La serie, que narra la historia de un asesinato cometido por un chico de sólo 13 años, deja al descubierto la ignorancia de los adultos respecto a la forma de comunicarse de sus hijos. Ni los padres, ni los profesores ni la propia policía son capaces de descifrar el lenguaje que tienen delante de sus narices. Y lo que puede ser incluso peor, lo interpretan desde la literalidad, algo que no puede estar más alejado de la cruda y dura realidad.
En ‘Adolescencia’, gran parte de la trama gira alrededor de una serie de mensajes enviados por Instagram a través de emojis (no haremos más spoiler). Cada uno con un significado propio, diferente al evidente.
Pongamos como muestra un botón en forma de emoji de corazón. Dependiendo del color, quiere decir una cosa u otra.
❤️ Amor
💜 Deseo sexual
💛 Me gustas y yo te gusto
💖 Me gustas, pero sin intenciones sexuales
🧡 Todo estará bien
Sin embargo, no sólo el significado de los corazones va mucho más allá de lo que se podría sospechar. Si nos ceñimos a la historia que cuenta ‘Adolescencia’, hay otros muchos símbolos detrás de los ‘inocentes’ emojis.
En la trama que protagoniza Jamie Miller, enmarcada en el mundo del acoso, el bullying y los incel (célibes involuntarios), hay otra serie de señales que dejan los emojis en la red.
💊 Veo la verdad
🫘 Te identifica como Incel (célibe involuntario)
💯 Entre los incel, refleja la regla del 80/20. El 80% de las mujeres solo se sienten atraídas por el 20% de los hombres
El mundo real
Obviamente, ‘Adolescencia’ es una serie de ficción, pero en el mundo real esto también ocurre, algo que tienen mucho más claro los expertos que los propios padres o profesores. Así nos los explican Laura García, Blanca Tolosa y Sonia Machado, directoras del Centro Ideat. Las tres son psicólogas y madres, además de las máximas responsables de Ideat, un centro multidisciplinar formado por un equipo de psicólogos, fisioterapeutas, logopedas y terapeutas ocupacionales especialistas con mas de 15 años de experiencia y enfocados en cubrir las necesidades psicológicas que surgen en las familias, desde la infancia hasta la edad adulta, pasando, por supuesto, por la adolescencia.
Ellas nos ayudan a dar luz a este universo que supone el lenguaje oculto de los adolescentes. “Ahora mismo hay un código muy concreto al igual que en otras épocas había otros. La única manera de descifrarlo es hablando con ellos”, comentan.
Ahora mismo hay un código muy concreto al igual que en otras épocas había otros
Pero el acercamiento de un adulto a una adolescente tiene que cumplir una serie de requisitos si quiere conseguir su objetivo: “Lo primero que tiene que haber es una no censura que genere una confianza. Para ello debemos haber establecido todo un diálogo en el que no hay castigos, no hay censura, no hay riñas…”, añaden.
Si nos centramos en las redes sociales, Laura, Blanca y Sonia, con su dilatada experiencia, apuntan sin dudar a la gran cantidad de cuentas que puede tener (y de hecho tiene) un adolescente: “La experiencia nos dice que todos tienen una cuenta pública para que la puedan ver los padres y otra privada para interactuar con contactos directos. Incluso hay muchos que se abren una tercera en la que ocultan su identidad y comentan desde el anonimato”.
La experiencia nos dice que todos tienen una cuenta pública para que la puedan ver los padres y otra privada para interactuar con contactos directos
Las redes sociales han generado en los adolescentes una realidad paralela en la que “se han elevado las relaciones de un modo estratosférico”. En Ideat tienen claro que esto muchas veces no es positivo para ellos. “Las redes trasladan mensajes e imágenes que son irreales, pero los adolescentes aún no están desarrollados para saberlo. Por eso la conexión con los padres debe ser la base de todo”, sentencian.
La sociedad ya se ha puesto manos a la obra para tratar de acotar un problema que hace sólo un par de décadas podría sonarnos a ciencia ficción. Sin embargo, la capacidad de mejora es todavía enorme: “Ya ha formaciones sobre redes para los adolescentes, pero se dan desde el miedo y no desde la conciencia emocional. Les dicen lo que les puede pasar, pero no les educan. De hecho hay muchas madres y muchos padres que aún no ven riesgo y tachan este problema de alarmista, pero es por la enorme desconexión que hay”.
El miedo
Otra posibilidad, más allá de la ignorancia, por la que los adultos no están sabiendo gestionar esta nueva realidad alrededor de las redes puede ser el miedo. “Cuando conectas como padre con esta información te sobrepasa el miedo y no asumes la responsabilidad que debes tener sobre ello”, nos apuntan desde Ideat.
Cuando conectas como padre con esta información te sobrepasa el miedo y no asumes la responsabilidad que debes tener sobre ello
Pero entonces, ¿qué soluciones se pueden plantear? “Hay que saber limitar el acceso a las redes, respetando siempre el derecho a la privacidad. Debe haber un acuerdo con el adolescente y un padre debe saber qué uso hace de esas herramientas, con quién y por qué”, nos explican.
“Las redes son como el dinero, uno no le da una cuenta abierta e ilimitada a su hijo la primera vez que le da la paga. Se debe ir poco a poco y con conocimiento de las herramientas por ambas partes. Hay que prepararse y prepararles para el uso de la tecnología. Es una novedad a la que tenemos que adaptarnos todos. Las familias deberían formarse a nivel tecnológico, saber ver los registros, los historiales de los sitios que visitan sus hijos. Hay que equilibrar la invasión a la intimidad y la negligencia por no hacerlo. Hay que darles cierta libertad porque si no va a haber más ocultación, pero no se puede dar acceso a la tecnología sin tenerla dominada”, concluyen.