El psicólogo Álvaro Bilbao identifica los síntomas que te indican que vas por buen camino en la educación de tu hijo
Conectar con tu yo adolescente para ayudar a tu hijo: “Hay que ser 'palmera', mantener la flexibilidad sin perder firmeza"
Educar a un hijo no es una tarea que venga con manual de instrucciones, aunque hacerlo bien o mal tendrá una repercusión en el futuro y en su capacidad para conectar y enfrentarse al mundo. Ningún padre educa mal a propósito. La mayoría lo hace lo mejor que puede con las herramientas que tiene, pero sí existen indicadores respaldados por estudios y psicología del desarrollo que pueden ayudarte a saber si vas por buen camino.

Hay que tener en cuenta que no existe una única manera perfecta de formar a un hijo. Cada niño es un mundo que requiere unas necesidades particulares. Lo que vale para uno puede no ser lo más adecuado para otro. Aunque, en general, inculcar en casa buenos modales, consideración hacia los demás y comportamientos cooperativos ayuda a que el niño interiorice modelos positivos. Sin embargo, es normal que surjan dudas entre los progenitores. En ese sentido, el psicólogo Álvaro Bilbao, ha dedicado una de sus publicaciones en redes sociales a establecer cuatro señales de que se está haciendo un buen trabajo como padre o madre.
Tu hijo acude a ti cuando tiene un problema
Que el niño o adolescente confíe en tu criterio y quiera compartir un problema contigo es una señal directa de un vínculo seguro. Esta disposición aparece cuando el niño percibe apoyo emocional y constante y predictibilidad en el entorno. "No todos los niños lo hacen, depende de su carácter, pero si lo hacen es una buena señal, porque quieren decir que saben que pueden confiar en ti cuando lo necesitan", subraya Bilbao.
Por otra parte, la manera en que los padres gestionan su propio estrés y su relación entre ellos influye directamente en la estabilidad emocional del niño, según un artículo de Scientific American, que revisa décadas de investigación en psicología familiar.
Pides perdón cuando te equivocas
Pedirle perdón a tu hijo cuando te das cuenta de que estás equivocado "les hace saber que nadie es perfecto y que ellos también se pueden equivocar", indica el psicólogo. "Es la clave para que su autoestima sea más fuerte que su orgullo", añade. La Mayo Clinic indica que la autoestima se forma en gran parte a través del feedback que reciben del entorno familiar, y que la exposición a humillaciones, críticas duras o expectativas irrealistas contribuye a baja autovaloración y problemas emocionales posteriores.
Eres afectuoso en un lenguaje que puede entender
Esfuérzate por hacerle comprender todo el afecto que sientes por él. Gestos sencillos, como besos, abrazos, escucharle con atención y calidez o jugar con él, son vitales para construir una relación paternofilial sana y de confianza. "Eso les hace sentir que son importantes para el mundo porque son importantes para ti", indica Bilbao.
La combinación de calidez afectiva y límites consistentes es el factor más fuertemente asociado con un buen desarrollo emocional, mejores resultados académicos y menor incidencia de problemas de conducta, según un informe del departamento de salud pediátrica de la Universidad de California.
No llevas los enfados de un día para otro
Saber pasar página tras un enfado sin importancia implica tu hijo le dará más relevancia a vuestro vínculo que a otros sentimientos negativos. "Cada día puedes despertar sin enfados porque vuestro amor es más fuerte que el rencor. Eso les da mucha seguridad porque saben que nada puede romper vuestra relación", concluye el psicólogo.

