La llegada del otoño no solo significa que a partir de ahora los días se acortarán con más rapidez que antes. También implica que nuestra atmósfera empieza a hacer cambios importantes, preparándose para sustituir el calor por el frío gracias a la oscilación del chorro polar.
Esta especie de 'corona' que planea sobre el Ártico, está muy concentrada en latitudes altas durante los meses de verano en el hemisferio norte. Cuando llega el otoño, se desestabiliza y se desplaza hacia latitudes más bajas y cercanas a nosotros. En esa travesía, que no es perfecta sino que fluctúa, a veces se desprenden masas de aire frío polar que afectan durante la estación de las hojas a nuestro continente, y en algunas ocasiones incluso a nuestro país.
Un buen ejemplo de esto lo tenemos en la incursión de aire frío del Ártico que se producirá a partir de la semana que viene. Antes de él tendremos un pequeño aperitivo del Atlántico, que notarán en el centro y oeste de Europa el fin de semana, pero lo 'gordo' llegará la semana que viene. Esta masa de aire frío, que además contribuirá a la expansión de la primera masa de aire, se espera que termine invadiendo toda Europa, dirigiéndose también al Mediterráneo y el norte de África. Sí, nosotros también lo notaremos.
En concreto, a nuestro país llegaría a partir del jueves, 27 de septiembre, con unas temperaturas especialmente frías y unos descensos que se producirán incluso en el norte de África. Con esta incursión Europa podría dar carpetazo al invierno, con la aparición de las primeras grandes nevadas en las regiones montañosas de Europa central y la península de los Balcanes.
Aprovecha el sol mientras puedas
Esta incursión de aire frío vendrá justamente después de un periodo de temperaturas excepcionalmente altas en nuestro país. Durante el fin de semana, se prevé que alcancemos máximas de más de 37ºC, y que las lluvias brillen por su ausencia en todo el país por primera vez en muchas semanas. Pero probablemente sea el último fin de semana veraniego del año.