Llega el 'bochornazo': la humedad y el calor dispararán tu sensación de agobio el fin de semana

eltiempohoy.es 20/06/2018 12:05

El bochorno, esa sensación de calor que se produce cuando la humedad y el calor se alían, va a dar mucho de qué hablar estos días. Y no precisamente por ser algo bueno. Sus efectos pasan por una sensación de incomodidad y dolores agudos de cabeza, en algunos casos insoportables. Con las tormentas que trae la DANA, acompañadas de la ola de calor, darán como resultado el llamado 'bochornazo'.

Pero, además, lo que aumentará de forma exponencial con la mezcla de estos dos elementos, humedad y calor, es la sensación térmica. Se trata, tal y como la ha definido la Aemet, de la "sensación de frío o calor que siente una persona a través de la piel según una combinación de parámetros meteorológicos, generalmente la temperatura, el viento y la humedad relativa".

En el caso del calor, existe un índice que más o menos aplican todos los meteorólogos que es el 'Heat index' (índice de calor), cuya tabla nos deja muy claro cómo suben los grados de sensación térmica a medida que aumenta la humedad relativa.

En ella vemos cómo el riesgo tiene cuatro niveles:

-Entre 27ºC y 32ºC: posible fatiga por exposición prolongada o actividad física.

-Entre 33ºC y 40ºC: es probable que se produzca la insolación, golpe de calor y calambres por exposición prolongada o actividad física.

-Entre 41ºC y 53ºC: es muy posible que se produzca insolación, golpe de calor y calambres.

-54ºC o más: insolación y golpe de calor inminentes.

Así, los riesgos de que nos de un golpe de calor en presencia de humedad, como en la playa, por ejemplo, se multiplican. En lugares donde no haga más de 31ºC pero la humedad sea de un 65%, la sensación térmica asciende a 36ºC. Y eso ya es una temperatura de riesgo importante, con muchas papeletas para que te de un golpe de calor o insolación.

¿Cómo combatir el bochorno?

Parece imposible, pero existen algunos trucos y buenas prácticas para que puedas sobrevivir al ‘bochornazo’. Algunas son obvias, como cocinar con la tapa de la cacerola puesta para no llenar la casa de vapor, o cerrar las puertas de los cuartos húmedos. Otras igual ni las conocías, como comprar absorbentes para armarios y cuartos pequeños y evitar tener muchas plantas (son muy amigas de la humedad). Y ya si no quieres complicarte mucho, lo mejor es que instales un deshumidificador. Mano de santo.