El acusado de asesinar a Lucca, el niño de Almería, confesó al juez que presionó el abdomen del pequeño para "soltar gases"

Imagen de Juan David, el acusado de la muerte del pequeño Lucca en Garrucha
Imagen de Juan David, el acusado de la muerte del pequeño Lucca en Garrucha. Informativos Telecinco
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Juan David R.C., acusado de la muerte del pequeño Lucca en Garrucha, permanece en prisión provisional mientras las autoridades siguen investigando lo ocurrido. El hombre, que habría planificado el crimen con la colaboración de la madre del niño, dejó durante su interrogatorio ante el juez varios detalles que se analizan con detalle.

Según informan fuentes como 'Diario de Almería', Juan David dijo que el día del fallecimiento del pequeño, el 3 de diciembre, realizó una maniobra física sobre el niño: "Le presioné la barriga para que soltara gases", señaló, añadiendo que el menor llevaba una semana con el abdomen hinchado. Unas palabras que siguen su nueva línea de defensa, que indica que la causa del estallido hepático fue debido a una "comprensión mecánica" propia de un ritual de sanación, en lugar de a una paliza.

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El acusado, además, insistió en negar que agrediera sexualmente al menor: "Nunca le violaría, nunca le haría eso. Me había ganado que me dijera papá". En cuanto a las lesiones que presentaba Lucca, como moratones, la nariz rota, golpes en la cabeza y un brazo fracturado, Juan David apuntó a la accidentalidad. Dijo que el niño solía caerse de la cama y que desconocía la fractura del brazo, ya que, según él, la profesora les dijo que no le llevaran al colegio por un golpe en el codo. El investigado reconoció haber dado algún "coscorrón" al pequeño para "corregirlo", pero que no considera que eso sea "pegar".

Juan David, el pequeño Lucca, y Bárbara
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Juan David afirmó que no buscaron ayuda debido al miedo de ser detenidos

La declaración dejó otros detalles de interés. Juan David también admitió que no buscaron atención médica para el niño, a pesar de los moratones y el dolor abdominal, debido al miedo a ser detenidos. Aunque tenía vigente una orden de alejamiento de la madre desde octubre, convivían con ella y el niño, y él admitió: "Omití haber visto a Bárbara al llamar al 112 por la orden de alejamiento", reconociendo que su prioridad fue protegerse legalmente antes que atender al menor. Estas palabras se refieren a su presunta coartada (cuando llamó a las autoridades diciendo que no sabía donde estaba su pareja y Lucca, a pesar de que luego fue a comprar un billete de autobús a Madrid para el día siguiente, algo que Bárbara no sabía).

Según su relato, en las últimas horas de vida de Lucca, la madre estaba presente mientras el niño seguía consciente y con dolor; dice que incluso fueron a la farmacia a por medicación. El pequeño, según él, solo "dejó de responder" cuando ella ya estaba allí, y justificó el traslado a la playa diciendo que le ayudaría.

El pequeño Lucca

Juan David, además, aportó elementos que podrían apuntar a un móvil esotérico, como que Bárbara le pidió llevar agua bendita a la casa para rociarla en la habitación. Y habló de conflictos familiares, señalando que su relación con el abuelo del niño era mala porque este quería "un yerno ecuatoriano y no a él". Otro dato importante es que admitió haberse negado inicialmente a las pruebas de ADN "por miedo", aunque finalmente accedió.

La defensa alega que nunca hubo una intención de matar al menor

Manuel Martínez Amate y Diego Ricardo Molinari, abogados de la defensa, confirmaron que su objetivo es desmontar la calificación de asesinato u homicidio doloso para dirigir el caso hacia un homicidio imprudente. La defensa alega que nunca hubo una intención de matar al menor, sino que el acusado quería “curarlo” mediante métodos no convencionales. No obstante, hay detalles que desmontarían su planteamiento.

El cuerpo de Lucca fue hallado la noche del 3 de diciembre en un búnker entre Garrucha y Mojácar tras sufrir graves agresiones físicas y sexuales y maltrato continuado, según la autopsia, que señala que la causa de la muerte fue provocada por un derrame intestinal. Su madre, Bárbara Ysmar, y su pareja, Juan David Herrera, fueron detenidos el 4 de diciembre y permanecen en prisión provisional sin fianza. Juan David habría intentado simular la desaparición del niño y de la madre, señalando finalmente el búnker sin esperar a ser interrogado.

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Pero en su teléfono apareció un mensaje de Bárbara enviado desde el móvil de un deportista que pasaba por la playa: "Te espero donde me dejaste". Ella también pudo diseñar su coartada. Testigos y cámaras vieron a la pareja caminando por la playa con el niño fallecido, él rechazando ayuda para atenderlo. El caso ha generado gran conmoción por la brutalidad de los hechos y la versión del acusado sobre el supuesto "ritual de sanación" fallido, mientras continúa la investigación sobre las circunstancias exactas de la muerte y el entorno familiar.