Se acerca una borrasca a la Península: a partir del jueves, más fresco y viento fuerte

  • Entre el jueves y el viernes podremos ver nevar en la Cordillera Cantábrica a partir de los 1.400 metros

  • El viento soplará con fuerza el jueves y viernes en prácticamente toda la Península

El paso de borrascas y frentes por la Península Ibérica está marcando la primera quincena de junio, aunque en zonas del sur apenas lo notan si no fuera porque no hace ya el calorazo que hizo en mayo. En el norte y el Mediterráneo, eso sí, la lluvia es la normalidad hasta que la atmósfera lo quiera de otro modo. ¿Cuándo llega la tregua? Pista: no será esta semana.

La borrasca afectará al norte y oeste

Las nubes han descargado con toda su fuerza estos días especialmente en Murcia y Alicante, y las predicciones para los próximos días auguran más lluvia. No será tanto por allí, donde tendrán un respiro si comparamos con la que ha caído en las últimas horas, pero no se librarán esta vez el noroeste y zonas de Andalucía y Extremadura donde el cielo lleva varias jornadas despejado.

Una borrasca se está profundizando a medida que se acerca a Reino Unido desde Islandia. Será al llegar al Golfo de Vizcaya, eso sí, cuando se haga notar más. El jueves sentirán sus efectos en el Canal de la Mancha. Francia se va a llevar buenos chaparrones, como ha informado su agencia meteorológica, Meteo France: “Se esperan fuertes lluvias el jueves desde la costa atlántica hasta Bretaña y Baja Normandía”.

40 litros/m2 y nieve a 1.400 metros

En el interior de las provincias de la vertiente cantábrica y Galicia van a caer más de 40 litros/m(2) hasta el sábado, y tampoco faltarán las tormentas en zonas próximas al Pirineo aragonés y catalán.

La madrugada del viernes será tempestuosa en el noroeste, con la borrasca alcanzando una presión en su centro de unos 992 hPa.

La lluvia no es lo único que trae. El jueves las máximas se van a desplomar de golpe hasta 8ºC en el oeste, mientras que en el Mediterráneo ocurrirá lo contrario: el termómetro sumará sobre todo por la noche. El fresco que va a acaparar todo el oeste propiciará que las precipitaciones sean en forma de nieve en la Cordillera Cantábrica hasta bien entrada la mañana ¡a partir de los 1.400 metros!

En Andalucía y Extremadura, como decíamos, las nubes se desarrollarán y podrán dejar precipitaciones, más probables a partir del mediodía. Aunque podrán ser fuertes en algunos momentos del día, no se espera que caigan más de 15 l/m(2) en general en estas comunidades.

Fuerte viento en toda España

Lo que sí estorbará en casi toda España a causa de esa borrasca, al igual que ocurrirá en áreas de Francia, Reino Unido e incluso a ratos en Bélgica, será el viento. Soplará del oeste en general, inyectando humedad del Atlántico, y avivará mucho las olas tanto en el Cantábrico como en Galicia. En las zonas de montaña también se esperan rachas muy virulentas, de alrededor de 80 km/hora.

En el sureste soplará fuerte viento de poniente, lo cual disparará el termómetro pero tenderá a agitar mucho la costa. Por el momento, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha activado el aviso amarillo entre Murcia y Cádiz y prevé olas que podrán superar en algunas boyas los 3 metros de altura.

Fin de semana variable

Los frentes asociados a la borrasca seguirán llegando el fin de semana, y por tanto cabe esperar que las lluvias persistan, sobre todo por las tardes, en Galicia y el tercio oeste, sin descartarse en puntos del norte y estando garantizadas en Pirineos. La Aemet también ve posible alguna tormenta puntual al oeste del Sistema Central. El domingo las precipitaciones serán mucho más débiles.

Eso sí, el viento irá rolando a sur-suroeste y las temperaturas tenderán a in crescendo tanto en la Península como en la vecina Francia. El domingo sumaremos hasta 8ºC con respecto al sábado en el este, mientras que en regiones del oeste como Extremadura y Castilla y León seguiremos con valores hasta 15ºC más bajos de lo habitual para la época del año.

Si la cosa no cambia la semana que viene, parece que llegaremos al verano con temperaturas más frías de lo normal (promedio del periodo 1981-2010) y aguaceros que se sucederán con los ratos de sol en buena parte del país. En los siguientes mapas de anomalía, la Aemet prevé precisamente eso para la recta final de la primavera: fresco y más lluvias de lo habitual.