El sistema eléctrico español sin nucleares, una posibilidad

El sistema eléctrico español sin nucleares, una posibilidad
El acuerdo de cierre forma parte del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, conocido como PNIEC, y comprometido con Europa. Informativos Telecinco
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En un mes se cumplen seis años del acuerdo entre el Gobierno y las empresas dueñas de las centrales nucleares españolas, para cerrar estas instalaciones paulatinamente. Se estableció un calendario claro, que ahora los propietarios de Almaraz, Endesa e Iberdrola y Naturgy, han puesto en duda al pedir formalmente la prórroga al Consejo de Seguridad Nuclear, cuyo informe favorable es imprescindible.

El primer cierre, en 2027, afectaría, como decimos, a la central nuclear de Almaraz y, de manera progresiva, se irían desmantelando todas hasta el cierre total, en 2035. El debate se ha abierto, porque la central nuclear de Almaraz está obligada ya a presentar su plan de desmantelamiento para apagar su primer reactor, y, finalmente, han decidido enviar también la petición de prórroga.

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Las centrales nucleares están compitiendo en precio con las renovables

La energía nuclear tiene claros defensores, que ponen en valor la cantidad de energía que aporta y su estabilidad, puesto que puede producirla 24 horas, los siete días de la semana, es decir, todos los días del año. El presidente y portavoz del Foro Nuclear critica que se mantenga el cierre de las centrales en el PNIEC, cuando no se están cumpliendo los plazos previstos, por ejemplo, para la implantación de baterías en las renovables.

Por este motivo, pide “un poco de cintura” para adecuarse a la situación y defiende, aunque cree que no es necesario cerrarlas, que se amplíe el plazo para apagar los reactores porque la gestión de los residuos no variaría. En este sentido, explica que se está dotando un fondo, a través de Enresa, al que las empresas propietarias aportan unos 600 millones de euros anuales, para el futuro desmantelamiento y gestión de los residuos nucleares. Un fondo que supera los 8.000 millones de euros a día de hoy.

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En este sentido, explica que no están de acuerdo con que el incremento de 2.000 millones de euros del presupuesto, del último plan de residuos, sea pagado por estas empresas. Porque es un aumento que, en su opinión, se produce al no lograr un consenso para construir un almacén geológico donde depositar los residuos, algo que, insiste, no es responsabilidad de las propietarias de las empresas.

Lo cierto es que las centrales nucleares están compitiendo en precio con las renovables y que, en ocasiones, prefieren desconectarse del sistema porque no les sale rentable. En este sentido, desde Foro Nuclear aseguran que podrían competir mejor, si no tuvieran que pagar tantos “impuestos”, que no pagan otras fuentes de energía.

Sin embargo, Jorge Morales, experto en energía y defensor de las energías renovables, asegura que son los propietarios de las centrales nucleares quienes deben pagar el coste de los residuos e inconvenientes que generan. Coincide, eso sí, en que se va tarde en el proceso de instalación de baterías para que las plantas de renovables puedan almacenar la energía que producen y que, ahora mismo, restar energía nuclear pasa por quemar más gas, lo que es más caro y contaminante.

Morales insiste en que el problema de las nucleares es en realidad de competitividad, que las centrales son de los años 80, no son capaces de producir tan barato como las renovables, y que es totalmente posible seguir adelante con el cierre total para 2035.

Un mix energético cien por cien renovable

El investigador del CSIC, Antonio Turiel, también cree que es posible ir a un mix energético cien por cien renovable. Pero insiste en que es necesario planificar, porque opina que se ha instalado mucha potencia renovable de manera “especulativa” y que es necesario ordenar y poner por delante siempre la calidad del servicio, por encima del interés económico.

Coincide con Morales en que es la manera de ser autónomos, porque la materia prima de las nucleares, el uranio, es cada vez más escasa y su enriquecimiento se hace en Rusia. Por este motivo, es, en su opinión, una tecnología que tiene fecha de caducidad. Morales pone además el foco en la importancia geopolítica y destaca el daño a la inflación que provocó la subida del gas a consecuencia de la guerra en Ucrania. Ahora, recuerda, estamos comprando el gas a Estados Unidos, ¿queremos depender de ellos?, se pregunta.