Según las predicciones, el ‘medicane’ se originaría entre la tarde del miércoles y el jueves, y se dejará ver en el Mediterráneo central. Afectará por tanto a las islas y zonas peninsulares de Italia, con intensas lluvias, tormentas eléctricas de gran intensidad y granizo de gran tamaño, unos efectos que los italianos durarán hasta el viernes, cuando el sistema se traslade hacia las costas de Túnez, en un recorrido bastante inusual.
La formación de este fenómeno se debe a dos ingredientes: por un lado, al calentamiento inusual del Mediterráneo, con temperaturas muy por encima de lo normal de la media climática y, por otro, a la llegada de una vaguada en niveles altos. Estos dos elementos darían lugar al huracán del Mediterráneo, que con el paso de las horas irá alcanzando una mayor virulencia (aunque no, no llegará a España ni de lejos).
Huracanes de tamaño 'mini'
A pesar de que su nombre puede impresionar, jamás alcanzarán la virulencia de los huracanes del Atlántico. De hecho, por norma general no superan los 300 km de diámetro (la longitud de Irma era de más de 600 kilómetros), y la potencia de sus vientos no ha pasado nunca de los 154 km/h. De hecho, nunca tienen nombre y ni siquiera son considerados huracanes como tal: son más bien depresiones o borrascas con aspecto de ciclón. En definitiva: un 'mini' huracán. La única cosa que tienen en común es que giran también en sentido contrario a las agujas del reloj.
Temporada de ‘medicanes’
A diferencia de los huracanes del Atlántico, cuya temporada comenzó el pasado junio, los ‘medicanes’ suelen aparecer entre finales de verano y comienzos de invierno, es decir, que entre septiembre, octubre y noviembre este tipo de fenómenos serán la tónica habitual en nuestro mar.
En cuanto a si afectan a España de manera habitual, lo cierto es que pocos han pasado por nuestro país: en total se han registrado hasta siete, afectando a las ciudades de la costa, y seis en las Islas Baleares.