Mariló, en brazos de Pedro Sánchez, le dice al oído la precariedad de los brigadistas

Mariló, el rostro de la desolación de los brigadistas
Mariló, casi en brazos de Pedro Sánchez, para contarles lo precario y arriesgado de su día a día
Compartir

Con las caras negras y los ojos inyectados en sangre. Los brigadistas se juegan la vida en los incendios que estos días asolan España y lo hacen con medios y salarios más que precarios. Por eso, ver a Mariló, casi abrazando al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para contarle que no olvide y les proporcione medios, impacta.

Patxi López, nuevo portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados
Patxi López, nuevo portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados
00:32
Patxi López, nuevo portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados
Una colilla mal apagada estaría detrás del fuego originado en Cebreros, Ávila
00:25
Una colilla mal apagada estaría detrás del fuego originado en Cebreros, Ávila
La viruela del mono
00:23
Un bebe de siete meses, contagiado con viruela del mono en Madrid
La imagen de la ola de calor en EEUU: un repartidor tambaleándose y desplomándose al entregar un paquete
00:26
La imagen de la ola de calor en EEUU: un repartidor tambaleándose y desplomándose al entregar un paquete
Las llamas de Galicia llegan hasta El Bierzo, en León
00:37
Las llamas de Galicia llegan hasta El Bierzo, en León
El rescate de la Guardia Civil a una familia de refugiados ucranianos
02:51
El rescate de la Guardia Civil a una familia de refugiados ucranianos
PUEDE INTERESARTE

Como lo ha hecho la historia de Mayte, esa cajera que pagó la compra a unos brigadistas derrotados que luego le regalaron un ramo de flores. Porque el humilde, paradojas de la vida, suele ser generoso. Y así, los brigadistas vuelven a reclamar atención. Como aquellos que viven en nuestros campos y quieren cuidarlos, limpiarlos y conservarlos. Por eso son muchos que agradecen hoy, que les dan buena comida a los brigadistas, pero son pocos los que mañana recordarán la realidad de los campos de España.

Los brigadistas piden unos salarios dignos, más formación, posibilidad de segundas actividades, el hecho de poder jubilarse antes y no estar enfrente del fuego con más de 60 años en primera línea.