Negreira compró jamones, regalos e invitaciones de miles de euros a terceros tras los pagos del Barça

  • El ex número dos de los árbitros aseguró ante Hacienda que nunca había pagado dinero a otros árbitros

  • Los extractos de sus cuentas reflejan la compra de regalos, jamones, entradas para partidos importantes e invitaciones de varios miles de euros sin identificar los beneficiarios

  • Negreira pasó esas facturas como gastos a Hacienda pero el fisco los rechazó, en parte al no conocer los destinatarios

El ex número dos de los árbitros aseguró a los investigadores que nunca había pagado a terceros con el dinero del F.C. Barcelona. Sin embargo, sí invitó a comidas, regalos o atenciones de distinta cuantía y compró entradas de fútbol para partidos importantes. Así lo refleja la investigación que de sus cuentas hizo la Agencia Tributaria, que en una hoja de cálculo dejó por escrito todos los gastos que consideraba no deducibles para la empresa con la que José María Enríquez Negreira cobraba cantidades millonarias del equipo culé. Allí aparece, según ha podido confirmar NIUS, desde la compra de jamones hasta más de 10.000 euros en entradas para una final de la Copa del Rey. 

Cabe recordar que antes de la investigación penal emprendida por la Fiscalía, tanto el Barcelona como el propio árbitro y sus empresas se vieron inmersos en sendas pesquisas anteriores por parte de la Agencia Tributaria, que quería esclarecer la relación mercantil entre el club blaugrana y el colegiado. Esas investigaciones, que se han incorporado ahora a la causa abierta contra el colegiado y varios directivos culés, incluyen una contabilidad detallada tanto de sus empresas de Negreira como de sus cuentas bancarias.

En esas fechas (2019-2022), Hacienda consideró que el colegiado había tratado de colarles importantes gastos “no deducibles”. Entre ellos aparecen facturas de sus hijos o viajes que los inspectores consideran no profesionales, pero también otros conceptos más llamativos, como 5.900 euros en facturas del “porta-documentos”, otros 1.800 en “pendientes, pulseras y porta-documentos”, un anillo de 537 euros comprado en febrero de 2016 o la compra de 1.500 tarjetas rojas y amarillas y 1.500 porta-tarjetas por valor de 4.400 euros. En varios de esos productos, se puede leer cómo estaban destinados al "Comité de Castilla La Mancha" o al "Colegio Vizcaino" de árbitros, según el granado que el colegiado pagado por el Barça encargaba para ellos. En noviembre de 2016 Negreira compró jamones por más de 2.000 euros. Hacienda también le tiró esa factura para atrás. En 2017, se repitió la compra cerca de las fechas navideñas. En total, más de 4.000 euros en jamones en menos de dos años.

3.800 euros en “Invitaciones varias”

Además, Hacienda rechazó una importante cantidad de facturas al considerar que los gastos presentados no estaban debidamente justificados. Ahí aparecen por ejemplo importantes cargos de “invitaciones varias”, sin detallar los que las disfrutaron, de 758 euros por ejemplo en enero de 2016, 1.600 euros cuatro meses más tarde, otros 1.000 euros en verano, 3.800 euros en el mismo concreto en septiembre de 2016, otros 1.800 euros en “invitaciones” en marzo de 2017, 2.076 euros en consumiciones un mes después u otros 2.147 euros en verano de 2018 por poner varios ejemplos. En otras ocasiones, la empresa realizaba anotaciones de varios miles de euros con conceptos genéricos como “gastos noviembre”, que Hacienda tampoco considera justificados ya que no identifican la naturaleza real de esos gastos. Aparece por ejemplo una factura de 700 euros en “lotería” u otros 3.600 euros en 2017 con el concepto “Lotería empresa”

Además, la contabilidad elaborada por Hacienda refleja la compra habitual de entradas de fútbol, que en algunos casos superan los 10.000 euros, como en la final de la Copa del Rey de 2016. En esta ocasión, se producen tanto entradas como salidas de efectivo dentro de la contabilidad de la empresa de Negreira por este concepto. Ante el fisco, el número dos de los árbitros explicó que se dedicaba también conseguir entradas para “los clientes” en partidos importantes ante su facilidad para obtenerlas dadas sus relaciones con la Federación. Lo que no llegó a explicar fue la identidad de esos “clientes”, y más si tenemos en cuenta que según la querella de la Fiscalía, el Barça era en realidad el único cliente de la empresa del colegiado.