La Audiencia Nacional sospecha que el jefe anti-droga en el Estrecho quería saber si era investigado tras una fiesta con narcos
Por el momento, las pesquisas no habrían detectado que el mando de la Guardia Civil hubiera cobrado dádiva alguna o filtrado información confidencial fuera del cuerpo
El juez investiga la posible filtración de datos en Asuntos Internos desde diciembre de 2022
El presunto delito de cohecho sería la promesa a un subalterno de mejorar en su puesto si le suministraba los datos
El máximo responsable de la Guardia Civil para la lucha contra el narcotráfico en el Estrecho tenía la sospecha de que su propio cuerpo le investigaba por supuestos encuentros y reuniones mantenidas con traficantes de la zona. O al menos, eso es lo que sospecha la Audiencia Nacional, que le investiga por presuntos delitos de cohecho y revelación de secretos. Según confirman a NIUS fuentes conocedoras de las pesquisas, no se investiga a D.O.M, ahora destinado en Málaga y antes a la cabeza del dispositivos especial OCON Sur, por cobrar dinero alguno de traficantes o por beneficiarles de ninguna manera, si no por sus presuntos intentos de conocer si estaba siendo investigado por Asuntos Internos. Por eso y tras su declaración judicial, la Fiscalía pidió para él como única medida la comparecencia mensual en el juzgado.
Según las mismas fuentes, lo que investiga el juzgado es el posible intento de este mando policial de conocer si la unidad de Asuntos Internos había abierto diligencias contra él por su asistencia a una fiesta en las que había también personas vinculadas con el narcotráfico. Según fuentes del cuerpo, estas citas se enmarcarían dentro de su labor para recabar información sobre el terreno, por lo que no habría en realidad investigación interna alguna por esta cuestión en su contra. El argumento llama la atención cuando el investigado ahora fue hasta 2022 el máximo responsable de un dispositivo de cerca de 150 agentes con funcionarios dedicados precisamente a estas pesquisas de obtención de datos.
En cualquier caso, lo que investiga ahora la Justicia responde más a su actuación interna que lo sucedido en ese encuentro; se analiza la presunta intención del mando policial de conocer las investigaciones en curso para confirmar o desmentir si le afectaba de forma directa. Una sospecha que le ha costado ser investigado por un presunto delito de revelación de secretos cuando contactó presuntamente con un subalterno para conocer esos datos. El segundo cargo en su contra, también preliminar, vendría derivado del supuesto intento del responsable de la lucha contra el narcotráfico en el Estrecho de ofrecer un puesto mejor a su informante, un agente de Asuntos Internos, a cambio de la información que le solicitaba. Este segundo agente también está investigado en este mismo asunto.
De hecho, según explican fuentes relacionadas con el caso, abierto desde diciembre de 2022, la investigación abierta contra el mando de la Guardia Civil y otros agentes del Instituto Armado es una ramificación de unas pesquisas más generales, instruidas también por la Audiencia Nacional y donde se investigaría de una forma más amplia el proceder de varias personas vinculadas con el narcotráfico. Sin embargo, la Fiscalía Antidroga no ve recorrido delincuencial en ese procedimiento, por lo que ha solicitado ya el archivo de las actuaciones, en una medida pendiente de la decisión del juez instructor. De forma paralela, la investigación sobre los guardias civiles que declararon este miércoles se sustentaría en los mensajes de WhastApp extraídos con anterioridad del terminal móvil de un agente de la unidad de Asuntos Internos, investigado ante la sospecha de sus superiores de que estaba comunicando información de las investigaciones abiertas por la unidad a terceros. Cabe recordar que la unidad de Asuntos Internos es el equipo que dentro de la Guardia Civil investiga los posibles casos de corrupción dentro del cuerpo y por lo tanto, trabaja como un compartimento estanco frente al resto de sus compañeros cuando se trata de estas tareas.