Marina Rodríguez: "lo más bonito es el servicio a los demás"
Son 28 plazas libres para ser ocupadas por médicos profesionales
Los médicos son entrenados en simulacros para ser capaces de enfrentarse a todo
Cada vez que hablamos de una misión internacional de las Fuerzas Armadas, hay enfermeras y médicos involucrados en ella. Y todo son elogios e imágenes tan duras como conmovedoras. Hablamos de una profesión que cambia la vida y las vidas. Solo en la evacuación de los refugiados de Afganistán participaron veinte sanitarios. Y vieron el horror pero también la humanidad en primera persona. Pero no todo el mundo está dispuesto a viajar por el mundo jugándose la vida aunque el retorno supla con creces los sacrificios, según manifiestan los que han estado allí.
El Ejército, de hecho, necesita médicos dispuestos a traer vida o a intervenir heridas de guerra. Y no siempre es fácil conseguir profesionales y cubrir todas las plazas. Misiones en el extranjero, misiones humanitarias, de paz pero también de riesgo. La reposición del personal médico se acelera por ese motivo. Son 28 plazas libres para ser ocupadas por médicos profesionales. La Covid y las operaciones como la última en Afganistán han acelerado esta convocatoria.
Los que lo han vivido, como Marina, reconocen que la vida se convierte en una aventura. Lo mismo opina María José que ha participado en varias misiones desde colaborar con Filomena hasta estar en el Amazonas o el Líbano. Ella recuerda con especial cariño una misión en Senegal, en un orfanato. Los médicos, no obstante, reciben una formación especial, en la que hay simulacros, para estar preparados para las situaciones más límite. Como dice Marina, lo mejor es el servicio a los demás, salvar vidas dentro y fuera de nuestro país.