Hoy se ha celebrado un acto de recuerdo por el 20º aniversario del asesinato del socialista Fernando Buesa y su escolta a manos de ETA.
Entre los presentes, el popular Alfonso Alonso, que guarda silencio. Deja para el lunes, cuando se reúne el Partido Popular vasco que preside, el análisis del terremoto interno: el acuerdo de la dirección nacional de su partido con Ciudadanos para formar una coalición en las elecciones vascas. Con condiciones que desconocía, dice su entorno.
Algo que sorprende en la calle Génova, ya que, según su secretaria de organización, Ana Beltrán, Alfonso Alonso siempre había visto bien el acuerdo. Un pacto, advierte Beltrán, que se cierra en Madrid y que tendrá que decidir ahora el dirigente vasco si lo acepta o no, ya que depende de "un bien superior" para sacar al nacionalismo del gobierno autónomo, apunta.
Todo mientras desde Galicia, Alberto Núñez Feijóo apoya a su compañero vasco, Alfonso Alonso.
En Ciudadanos, la otra parte aludida, dicen estar de celebración por un pacto en el que obtienen dos puestos de salida con un proyecto común. Una coalición rechazada por el rival interno de Arrimadas, Francisco Igea, mientras se amplía a mañana domingo el plazo de la votación de compromisarios del partido por fallos electrónicos.