Arrimadas confirma su disposición firme a apoyar unos presupuestos sin ideología: estas son sus exigencias

  • Ciudadanos pide que el Gobierno lidere la vuelta al colegio y prorrogue los ERTE más allá de septiembre

La líder de Cs, Inés Arrimadas, ha transmitido este miércoles al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, su "voluntad real y firme" de negociar los próximos presupuestos a pesar de los muchos motivos que el Ejecutivo le ha dado para ser "críticos" con su gestión. En rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa tras reunirse con Sánchez, Arrimadas ha reconocido que ha visto "predisposición" en el jefe del Ejecutivo a negociar las cuentas con su partido. Considera Arrimadas que hace un favor a todos los españoles llevando a Sánchez a posiciones más centradas aunque le ha pedido que sea el Gobierno el que lidere la vuelta al cole y no 17 Comunidades, que prorrogue los ERTE más allá del 30 de septiembre y un plan de liquidez para autonómos y pymes.

Arrimadas ha pedido también que esos presupuestos se alejen de ideologías "perjudiciales", en alusión a Unidos Podemos, ERC o EH Bildu. La líder de Cs explicó que tienen que ser unos PGE moderados y sensatos, al margen de ideologías radicales y que no vayan en contra de los intereses del país, subrayando que se debe evitar que al final decidan "Rufián, Otegi e Iglesias" en un despacho.

Arrimadas, quien criticó la gestión del Gobierno de Sánchez en la pandemia, poniendo de relieve que España es el líder de los países de nuestro entorno, tanto en número de casos, caía del PIB o pérdida de empleo, indicó que en esta situación "es una obligación llegar a acuerdos y dejar el partidismo". Añadió que pueden equivocarse, pero que dormirán tranquilos.

Arrimadas ha escenificado lo mucho que le cuesta este paso porque el Gobierno, que ella intentó que no se formara, está en las antípodas de sus ideas, pero se ha comparado a esos autónomos y ciudadanos que han tenido que dar pasos más duros durante esta pandemia para intentar superar las dificultades, porque lo que parece que su partido se ve obligado moralmente a llegar a acuerdos con otras formaciones políticas, un hecho que considera ahora imprescindible.

Arrimadas tuvo también palabras agradables para Casado y el PP, a los que consideró que seguirán siendo socios donde ahora lo son dejando claro que comparte más con sus políticas que con las del PSOE. No apoyará Ciudadanos las renovaciones pendientes en algunos organismos clave porque desea que su proceso de nombramiento cambie de forma radical.

El cambio de liderazgo en Ciudadanos ha provocado un acercamiento de su formación con el PSOE que no se vio con Rivera. De hecho, en la cuarta y quinta prórroga del Estado de alarma los 10 diputados de la formación apoyaron al Ejecutivo en un momento crítico, cuando el PP amenazaba con votar en contra y la investudura que apoyó a Sánchez estaba en sus peores momentos. Arrimadas intenta convertir a Ciudadanos en una bisagra útil algo que Montero ha aplaudido en su comparecencia la oposición constructiva, responsable aunque sin dejar de remarcar, crítica de Ciudadanos.

El gran reto ahora es conciliar a Ciudadanos con Podemos, dos bloques antagónicos en materia económica con la subida de los impuestos encima de la mesa, y más aún la relación de Arrimadas con los nacionalistas que apoyan al Gobierno, que siempre han sido agua y aceita. Montero dijo que todo se hará paso a paso pero Iglesias, aunque haya moderado su oposición a contar con Ciudadanos ya ha manifestado que primero habrá que dialogar con los partidos que llevaron a Sánchez a Moncloa. Montero dijo algo que oiremos a lo largo de estas semanas: queremos un presupuesto progresista no excluyente y apostó por la inteligencia política para combinar la progresividad fiscal con el crecimiento económico.