Es considerado uno de los mayores capos de la droga de la historia de España, ahora más de actualidad tras el éxito y la polémica del libro Fariña, convertido en serie de éxito. Ahora, el capo recorre los pueblos vendiendo libros y camisetas en los pueblos, no sin que los transeúntes le pidan hacerse selfies con él, como si de Pablo Escobar se tratara. Versión española, claro.
El capo dice que es su forma de ganarse la vida de una forma legal, pero solo su presencia causa revuelo entre los transeúntes, como no podía ser de otra forma y provoca enfados entre los grupos y familias que han luchado durante años para acabar con el drama de las drogas. Oubiña ha escrito un libro titulado 'Toda la verdad' que promociona como puede, después de pasar dos décadas en cárceles españolas, a la espera de que el 2 de septiembre obtenga la libertad condicional.
A la salida de la cárcel ante los medios de comunicación declaró que su única intención era pasar tiempo con la familia y hasta luego. En el mercadillo vende camisetas con su caricatura promocionando su libro. Fernando Alonso de la Fundación Gallega contra el Narcotráfico se opone a un libro que no es más que “la exaltación del delito que no tiene ningún sentido”.
Las reacciones de los transeúntes que se encuentran con el capo, que no para de firmar libros, van desde la incredulidad a reconocerle que con algo se tiene que ganar la vida. “Es una imagen de los que España”, dicen unos, “es una desfachatez”, dicen otros que también le llaman descarado. En cambio los hay que defienden que una vez que ha pasado por la cárcel es mejor que se gane la vida con libros mejor que con la droga.
El Ayuntamiento de Cambados (Pontevedra), el pueblo natal de Oubiña, ha sido el primero en reaccionar prohibiendo mediante un decreto que vendiera ejemplares de su libro durante la Fiesta del Albariño, a principios de este mes. La alcaldesa, la socialista Fátima Abal, revocó la licencia para no perjudicar la imagen del pueblo.