Inés Arrimadas ha anunciado que el partido naranja romperá su alianza con Manuel Valls. La plataforma que conformaron junto al ex primer ministro francés se resquebraja y el partido naranja pasará a tener grupo municipal propio en el Ayuntamiento de Barcelona. "Hemos decidido separarnos de Valls en Barcelona para tener voz propia", ha señalado Arrimadas. "La señora Ada Colau ha hecho lo mismo que el señor Maragall, poner el lazo amarillo en el ayuntamiento como si fuese el tablón de anuncios del separatismo. La diferencia entre Colau y Maragall es muy poca", ha insistido. Lo hace solo unas horas después de asegurar que seguirían trabajando juntos.
Valls, que negó el saludo a Torra por llamarle casta, dejó claro a los independentistas que en Cataluña no había presos políticos. No renegó del diálogo, "pero señor Forn, con una condición previa, el respeto a la Constitución del 78, del Estado de derecho y de la separación de poderes, de la justicia y de la ley. Entiendo la emoción de muchos aquí con su presencia. Pero en España no hay presos políticos y no hay exiliados. Es así".
Arrimadas desoye las críticas en torno a Ciudadanos por no abstenerse en una eventual investidura de Pedro Sánchez, en una presión que se asemeja al que sufrió Sánchez y que provocó su salida de la secretaría general del partido. "Tendríamos un tsunami de críticas si diéramos apoyo a Sánchez, que está pactando con Bildu. El sanchismo es malo para España: es capaz de negociar con Junts per Catalunya y de pactar con ERC. Sus críticos, no obstante, consideran que Ciudadanos podría precisamente evitar esos pactos con una abstención en la investidura o con una propuesta de Gobierno.