David Cantero entrevista a Juan Rueda, sismólogo: "Ya no hay roturas, vigilamos el ruido"

La Palma es una isla con una orografía muy escarpada. En su punto más alto, en el Roque de los Muchachos, alcanza los 2.500 metros. Ese relieve ha hecho que tanto la lava de la erupción actual como la mayoría de las erupciones de siglos pasados haya tomado dirección hacia el sur, fundamentalmente, hacia el suroeste, buscando el mar. Desde Cumbre Vieja lo más probable es que a partir de las ocho de esta noche acabe en la zona comprendida entre la Bombilla y la playa de Charco Verde. Por esa razón a lo largo de esta costa se ha establecido una zona de exclusión donde está prohibida la navegación. Para aclararnos todo esto tenemos con nosotros a Juan Rueda, sismólogo, Jefe del Servicio de Detección Sísmica del Instituto Geográfico Nacional. Estas han sido sus impresiones.

1 - Nos daba Pedro Piqueras la noticia, la lava llegará al mar en torno a las ocho de la tarde, ¿es así? ¿Se puede calcular la trayectoria de la lava?

Sí se puede modelizar con los flujos sabiendo la viscosidad, e interpretándola junto con la topografía de la isla se puede ver a qué hora puede llegar a la costa.

2 - Las erupciones anteriores en La Palma duraron entre uno y tres meses... ¿cuánto puede durar esta?

No lo sabemos a ciencia cierta, los antecedentes históricos dan esos datos pero no sabemos si van a ser dos fisuras o alguna nueva o alguna boca dentro de estas fisuras. No sería descartable.

3 - ¿Podría hacerse aún más violenta la erupción, puede empeorar la situación a medida que pasen los días?

No lo sabemos no es probable, pero no lo podemos descartar.

David Cantero ha presentado la posibilidad de que se abran más bocas, algo que el experto no considera descartable. Cantero también ha destacado la perfección del sistema de control de los movimientos sísmicos. "Es fundamental, la isla de la Palma tiene un control a nivel mundial. Se ha incrementado exponencialmente la instrumentalización sobre la isla por lo que el comité científico puede avisar y hacer una labor de prevención para desalojar ala gente. Las roturas en las cortezas parecen haber pasado, pero estamos registrando los ruidos, un tremor provocado por el roce de la lava por los canales. Lo que no se puede dar es una fecha en la que no se acabará la erupción. Por eso la vigilancia no cesa.