Ella dice que no es política. Sor Lucía Caram afirma que “no he venido a hacer campaña, lo he demostrado”. Asegura que solamente es “una monja cojonera, nada más”. Pero lo cierto es que hoy se ha rodeado de políticos y, además, ha pedido el voto: “Quejarnos y no votar es pecado”. Lo dice una religiosa que no oculta su devoción por un simple mortal: Artur Mas. “Yo siempre he dicho que estoy enamorada del president”, ha afirmado entre risas. Pero es que él no se ha quedado atrás y ha aseverado que su mujer “puede que se ponga celosa por todas las cosas que te he dicho”. Donde no quieren tanto a Sor Lucía es en la Iglesia. El nuncio, representante en España de la Santa Sede, le ha advertido que es una monja contemplativa, que debe dedicarse a orar y evangelizar. Ella se defiende y denuncia presiones del Gobierno. Apunta directamente al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que hoy le responde: “Mezclar religión y política es muy triste”. Pero hoy sí, hoy entre fe y política ha andado la campaña.