José Antonio, el teniente de la Guardia Civil al que la ceniza ha invadido su casa del barrio de Las Manchas

El volcán no solo ruge más, ni tiene dos bocas con una lava que va a 80 metros por hora, sino que también está emitiendo mucha más ceniza. Tanta que puede llegar a ser, incluso, peligrosa si no se retira de los tejados y se limpia correctamente. Porque si supera los 20 centímetros y llueve los techos de las casas pueden caer. No supone un riesgo para la salud, pero sí un riesgo público porque la acumulación de la ceniza podría pesar sobre determinadas superficies y que estas cediesen. En contacto con el agua también podría solidificarse y atascar, por ejemplo tuberías y se teme que pueda filtrarse en los acuíferos. La realidad es que el enfurecimiento del volcán durante las últimas horas ha provocado que toneladas y más toneladas están cubriendo cualquier lugar de la isla.

La ceniza y este volcán no lo va a olvidar José Antonio, teniente de la guardia Civil en La Palma. El domingo pudo ver desde su casa cómo el volcán Cumbre Vieja entraba en erupción. Y ahora ve cómo su jardín está cubierto de ceniza. Se ha pasado los últimos días ayudando a los vecinos, pero hoy ha tenido que saltar la verja y salir de ella como ha podido.

No en vano, su casa está en el barrio de Las Manchas, a los pies deel volcán. Casado, con dos hijos y sus perros, el primer día decidió que se marcharan a casa de su suegra en La Laguna para evitar riesgos, pero después también tuvieron que desalojarla. Ahora la colada está solo a cinco metros de la vivienda de su vecino. Y la ceniza poco a poco invade su casa. Su jardín, de hecho, ya está invadido.

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