Asesinó a su esposa embarazada y a sus dos pequeñas hijas. Se declaró culpable con el fin de evitar la pena de muerte como parte de un acuerdo con la fiscalía del condado de Weld, Michael Rourke. Se lo debe a sus suegros, que pese a haber perdido lo mejor que tenían en la vida: su hija y sus nietas. Pero firmaron que Chris no fuera ejecutado.
Será juzgado el 19 de noviembre, pero este hombre de 33 años ya ha aceptado los nueve cargos que le imputaban entre ellos algunos tan sumamente duros como haber asesinado a toda su familia de una forma más que cruel. A su mujer la dejó enterrada en una tumba escasamente profunda y sus dos pequeñas aparecieron en un tanque de combustible.
En sus primeras declaraciones Chris siempre había declarado que los hechos ocurrieron de otra forma. Defendía que vio a través del monitor del bebé a su esposa estrangulando a la pequeña Celeste de 3 años, y que vio a su hija de 4 años, Bella, con la cara azul y tendida en la cama. Fue entonces cuando el sujeto enfureció y estranguló a su mujer; posteriormente tomó los cuerpos y los arrojó av los lugares donde fueron encontrados.
Los investigadores nunca creyeron su historia debido a que las menores y la mujer fueron dadas por desaparecidas por el hombre el 13 de agosto, en una ciudad de Denver. No solo eso. Chris no dudó en salir en la televisión llorando y pidiendo que le devolvieran a su familia sana y salva.
De manera extraoficial ha trascendido que el hombre podría estar encubriendo a una de las amantes con las que, se asegura, tiene relaciones comprometedoras desde hace más de 3 años. Por el momento, el corazón de sus suegros le han librado de la pena de muerte. La madre de su mujer, Shannan, decidió que aunque Chris había decidido segar las vidas de su familia, ellos no iban a hacer lo mismo. "No queremos arrebatarle la vida a Chris", ya conocido como el monstruo de Denver.