Morata de Tajuña confinada: las palmeritas de chocolate podrían tener la culpa

  • Morata de Tajuña seguirá confinada hasta el 29 de marzo y sus palmeritas pueden ser la causa

  • La localidad de 8.000 habitantes situada a 30 km de Madrid cuenta con seis pastelerías cada día con más fieles fuera del pueblo

  • Hace tres años, se celebró la primera Feria de la palmerita en Morata de Tajuña y fue una locura

La Comunidad de Madrid ha levantado desde este lunes y hasta el 29 de marzo las restricciones de entrada y salida en todas las zonas básicas de salud que contaban con ellas, pero las impone en Morata de Tajuña. Sus 7.500 habitantes no podrán salir del municipio, igual que tampoco podrán recibir turistas. En concreto, debido a la buena evolución epidemiológica, se levantan las restricciones en Collado Villalba, San Sebastián de los Reyes, Torrejón de Ardoz, Villanueva del Pardillo y la zona básica de Maria Curie (Leganés).

Debido a la situación epidemiológica, se mantienen las restricciones en las zonas que superan el umbral de incidencia acumulada a 14 días de 400 casos por cada 100.000 habitantes, y en función de la observación de transmisión comunitaria y de la tendencia. Así, se introduce la limitación de entrada y salida salvo por motivos justificados durante las dos próximas semanas en el municipio de Morata de Tajuña.

Muchos se preguntarán el por qué si los vecinos dicen que cumplen los protocolos como los que más. Y aunque parezca locura, sus palmeritas de chocolate pueden ser uno de los motivos. Como desvela el diario El Mundo y corrobora también Telemadrid, al día de los certámenes de las palmeritas en la zona, su éxito ha provocado un trasiego de visitantes que llegan a por las palmeritas hechas con hojaldre y recubiertas de chocolate. Se han convertido en uno de los motores de la economía morateña, y también, por qué no decirlo en uno de los símbolos de la localidad. Ya se han celebrado en ella hasta ferias. Hace tres años, se celebró la primera Feria de la palmerita en Morata de Tajuña. "Cada edición ha sido una locura mayor", dicen desde el consistorio. "En la última edición calculamos que se hicieron 100.000 unidades". Parece que el secreto es el baño en almíbar, pero ni los confinamientos han evitado que la gente vaya a comprarlas. De hecho, alguna vez la Guardia Civil ha tenido que actuar. No venden on line, y reparten a media España por mensajero.

Es decir que encierro con dulce -y ganancias de por medio- duele menos.