La Seguridad Social destinó un 5% más en agosto de este año respecto del año anterior al gasto en pensiones contributivas. La cifra récord de 9.681,5 millones de euros según ha publicado el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.
Durante 43 meses consecutivos la tasa de crecimiento interanual ha acumulado crecimientos superiores al 1%. La pensión media de jubilación creció un 3,4% respecto el mismo mes de 2018, se sitúa en 1.139,83 euros. A su vez, la pensión media total en la que se incluyen jubilación, viudedad, orfandad, incapacidad permanente y a favor de familiares se incrementó en un 3,7%, encontrándose en agosto de este año en 992,35 euros mensuales.
La pensión media de viudedad ha aumentado en un 5% lo que se sitúa en 713,01 euros, el mayor avance interanual de valores relativos tras la subida de la base reguladora sobre la que se calcula esta prestación pasando del 56% al 60%. Al mismo tiempo, el número de afiliados por pensionista ascendió a 2,31 de media en julio.
La revalorización de las pensiones de 2018 se aprobó en julio de 2018 y se aplicó con carácter retroactivo al 1 de enero. En total, el Sistema de la Seguridad Social ha abonado 9.756.142 pensiones contributivas, un 1,23% más que en agosto de 2018. Dentro de ellas, 6.048.718 son de jubilación; 2.362.694, de viudedad; 960.052 son prestaciones por incapacidad permanente; 341.942 son de orfandad y 42.736 a favor de familiares.
Mientras, la hucha de las pensiones sigue reduciéndose. En 2011 alcanzó su máximo 66.815 millones de euros, en 2016 la cifra se había reducido a 15.020 millones y en enero de 2019 contaba con 5.043 millones. No obstante, y pese a que es un dato preocupante hay que recordar que el Fondo se creó para acumular recursos que facilitasen la salida de la crisis económica o como establece el Pacto de Toledo de 1995, su creación se establece para "atenuar los efectos de los ciclos económicos". Las medidas políticas que se lleven a cabo una vez que se acaben los recursos las veremos durante los próximos meses.