Aquí hay un narcopiso, no hay dudas lo pone en la puerta. Entramos y vemos la ventana por la que venden con el envoltorio de una jeringuilla. También las secuelas de peleas en las paredes y el precinto policial en la vivienda. "Ahí venden cocaína, heroína, marihuana" nos cuenta un vecino.
Es uno de los pisos clausurados por la Policía este fin de semana en una operación desatada después de que un ajuste entre clanes terminara con un hombre maniatado dentro de una casa a la que prenden fuego.
El hombre saltó por el balcón y pudo salvar la vida. Terminaron detenidas doce personas y tres narcopisos clausurados.
"Da igual porque eso van cambiando de un piso a otro", se lamenta un vecino. Es el cuento de nunca acabar en el Raval. "Aquí hay prostitutas en el primero, en el tercero también se vende", grita un hombre desde un portal... los vecinos como es lógico, no pueden más. Esto no es la primera vez que ocurre en el Raval.