Raúl Pérez, vulcanólogo evacuado tras la nueva lengua de lava: "La calidad del aire estaba empeorando"

Una de las coladas que emerge de la erupción volcánica de Cumbre Vieja, en La Palma, se ha separado de la ruta seguida por las otras cuando se encontraba a 350 metros de la costa y ha arrasado con más cultivos de plataneras así como con depósitos y algunas edificaciones. Esta lava ha caído al mar en la zona entre Los Guirres y El Charcón, zona en la que en 1949 el volcán San Juan creó una fajana, según han dicho la directora del Instituto Geográfico Nacional en Canarias, María José Blanco, y el director técnico del Plan de Prevención de Riesgo Volcánico, Miguel Ángel Morcuende.

Morcuende ha explicado que esta bifurcación se ha podido producir porque, en su avance hacia el mar, esta colada se ha encontrado con un terreno divisorio y se ha extendido por encima, al tiempo que no ha descartado que se produzcan mas daños en inmuebles y cultivos de la zona.

Además los integrantes del Pevolca han destacado que se ha producido un empeoramiento en la calidad de aire, debido a una inversión térmica a altitudes de entre 600 y 700 metros y al viento débil, que dificulta que se diluyan las nubes de ceniza y dióxido de azufre. Esta situación, han dicho, se mantendrá hasta el sábado y afecta a la operatividad del aeropuerto de La Palma.

Raúl Pérez: "El oxígeno estaba siendo desplazado por otro gas"

Raúl Pérez ha sido uno de los técnicos del Instituto Minero Geólogos del CSIC que han tenido que salir del lugar en el que estaban tomando mediciones e imágenes en La Bombilla para el PEVOLCA para ver el avance de esa nueva colada, su avance, su velocidad, las zonas que podía afectar y las decisiones que pudieran tomar ellos. La nueva lengua está separada entre 300 y 600 metros de la principal. Es la misma lava asociado a una gran efusividad volcánica y a un terremoto cercano a 4 que se ha producido. En cuanto a los tubos lávicos están siendo analizado para cómo se puede reactivar y ver la velocidad que puede adoptar la colada para avisar de una posible evacuación. Raúl Pérez reconoce que han tenido que ser evacuados porque estaba perdiendo calidad de aire, debido a que el oxígeno estaba siendo desplazado por otro gas.