Volver a enamorarte cuando has perdido al amor de tu vida: “Es posible ser feliz de nuevo”

Una separación también es un duelo y es diferente para cada persona
Un alto porcentaje de personas que viven la pérdida de un ser querido vuelven a encontrarse bien emocionalmente
María Magdalena Orosan, psicóloga: “Nos merecemos darnos nuestro tiempo, respetar el proceso y nuestra evolución emocional”
Dicen que “un clavo quita otro clavo”, aunque los profesionales consultados destacan que es importante procesar primero lo sucedido y hacer el duelo, algo que conocemos en teoría, pero no es tan fácil poner en práctica. Hablamos con una persona que “perdió” al que menciona como “el amor de su vida” y descubrimos que es posible sonreír de nuevo.
Afrontar una pérdida
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"Te recordaré. ¿Me recordarás tú?", canta Sarah McLachlan en ‘I will remember you’. Existe algo muy personal y profundo para quien ve alejarse al que consideraba parte imprescindible. Los seres queridos pueden dejar de estar en nuestra vida, por decisión propia o porque la muerte les sobrevenga. De los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en la Estadística de Defunciones según la Causa de Muerte, conocemos que, en España, en el primer semestre de 2024 murieron 111.698 hombres y 111.580 mujeres. Los principales motivos de deceso son enfermedades del sistema circulatorio (26,2%), tumores (25,6%), enfermedades del sistema respiratorio (12,9%), enfermedades del sistema nervioso (6%) y trastornos mentales y del comportamiento (5,3%).
Frente a estas duras experiencias hay diferentes modos de vivir el duelo, algo que reflejó la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross en su libro ‘On death and dying’ a partir de entrevistas a sus pacientes y de sus relaciones con los médicos. Su modelo describe las cinco etapas del duelo (negación, ira, negociación, depresión y aceptación, no siempre en el mismo orden) y los mecanismos de adaptación de las personas. Las investigaciones revelan que a nivel empírico se da en un alto porcentaje una favorable mejoría emocional.
Dejar ir también es amar
Rosa Mari, de 52 años, agente inmobiliaria, piensa que es importante dar espacio, tiempo y valor al momento del duelo. Ella perdió al que consideraba el amor de su vida tras 8 años de relación. “Sabes que estás enamorada hasta más no poder cuando te das cuenta de que lo anterior vivido no te llenaba tanto”, define. No pasó nada grave entre los dos, pero él tenía muy seguro que quería alejarse de ella. “Se fue diciéndome que me quería y me deseaba lo mejor, pero que no era feliz ni tenía fuerzas para hacerme feliz a mí”, relata esta gallega.
Ese día se le vino el cielo encima, pero con los meses va viendo la parte positiva. “Todo este tiempo, donde he sentido un vacío tremendo, he encontrado mucha ayuda y gente que me apoya y está 'a muerte' conmigo y eso me hace estar tranquila”, reflexiona. “¿Si tengo ganas de enamorarme de nuevo? Por ahora un 'no' rotundo. Quiero estar en paz y luego, ya veremos. Ahora la terapia y la meditación me dan el empuje diario que necesito”, aclara Rosa Mari.
Cuestión de tiempo
“Tras una pérdida amorosa importante hay que dejar pasar un tiempo. Por el motivo que sea, la pérdida es un duelo y esto puede generar una tormenta de emociones que tenemos que encajar y asimilar”, subraya María Magdalena Orosan, psicóloga, sexóloga y terapeuta de pareja. A su juicio, hay que respetar las fases del duelo, entendiendo que no serán lineales y puede haber desencadenantes que hagan retroceder pasos. “Al principio pueden mezclarse sentimientos de enfado, tristeza y es preciso ir a nuestro ritmo acercándonos a la fase de aceptación”, resalta.
Lo menos conveniente es salir de una relación y al poco comenzar otra, porque eso resultaría un impedimento para conectar con las emociones y acercarse a esa “aceptación”. “En consulta hay personas que aseguran haber sentido el amor verdadero e inician otras relaciones lo cual es muy positivo porque los seres humanos nos vinculamos y crecemos a través de los lazos”, sostiene esta experta.
Para Orosan es importante dejar ir a la persona, las expectativas que tuvimos, los proyectos de futuro, las ilusiones... “Los recuerdos no desaparecerán, pero se quedarán como lo que son y la carga emocional será cada vez menos intensa y se sentirá menos conflicto”, señala. “Nos merecemos darnos nuestro tiempo, respetar el proceso, y nuestra evolución emocional y esperar a estar preparados y tanto nosotros como la nueva persona que llegue lo agradecerá”, manifiesta.
El perjuicio de entrar en bucles
Marta Rueda, coach especializada en procesos de duelo y tanatóloga, expresa que la mayoría de la gente no idealiza a su “amor de la vida” que ha fallecido o del que se ha separado. Para ella, “el amor de la vida” está relacionado con ser esa persona que acompaña de manera integral: “Hablamos de alguien en quien confiar plenamente y que cumple diversos roles: mejor amigo/a, amante, compañero/a en lo cotidiano y en lo extraordinario”.
La especialista en procesos de duelo expone que al atravesar un duelo por separación entran en juego varios factores y en base a ellos se puede idealizar más o menos. “Cuando se produce un duelo por la muerte de la pareja, el tiempo de relación puede ser determinante para nombrarlo o no como ‘amor de la vida", comenta. Para saber cómo alguien puede comprender que no está sanando bien su herida, la psicóloga menciona que la clave es recordar que es natural vivir el duelo como un proceso lleno de emociones “incómodas” que afectan a todos los aspectos de la vida (el psicológico, cognitivo, físico y espiritual).
“Cuando un doliente entra en bucles infinitos de pensamiento (culpa, miedo paralizante, rumiaciones...) y siente que esos bucles se convierten en una cárcel, es el momento de pedir ayuda, tanto del entorno cercano como de un profesional con el que sentirse en un espacio seguro”, apunta.
Rueda considera que ese amor tan especial puede llegar en varias ocasiones, pese a no ser igual. “Cada ser humano es diferente y nosotros también cambiamos con cada relación. Sin embargo, con apertura, integrando lo aprendido y sin buscar sustitutos, puede volver a surgir un amor único y especial”, afirma.