Cómo cuidar un espatifilo para que siempre esté en flor

MadridMiles son las plantas de interior que adornan casas, oficinas, tiendas e incluso restaurantes. Una de más míticas es el espatifilio, perfecta para cualquier espacio, pues es la combinación perfecta entre resistencia y estética. Sus características hojas verdes brillantes y flores blancas que irradian tranquilidad, aportan frescura y serenidad a los espacios. 

Procedente de las regiones tropicales de América, el espatifilo, también conocido como "Lirio de la Paz", es famoso por sus flores blancas brillantes que se asemejan a una vela blanca y que crecen por encima de sus llamativas hojas verdes. Lo que hace aún más especial a esta planta es su capacidad de adaptarse a una variedad de condiciones y su habilidad para purificar el aire en interiores, sea cual sea su variedad.

Entre sus tres versiones más conocidas, destaca el espatifilo wallisii, una planta muy agradecida y que tiene unos cuidados muy sencillos. Además, según estudios de la NASA, se trata de una planta purificadora, pues son capaces de absorber los cinco contaminantes del aire. Puede sobrevivir con poca luz y poca agua y se recomienda mantenerlas lejos de las corrientes de aire, lo que la hace perfecta para cualquier rincón de la casa o de la oficina.

Te damos algunos consejos para que luzca lustrosa y llena de flores, la alegría de cualquier hogar. 

Ubicación

Lo que más les gusta a estas plantas es la luz brillante e indirecta. Una ventana con cortinas livianas o ubicada a cierta distancia de una ventana sin obstáculos es ideal. La luz solar directa, especialmente durante las horas más fuertes del día, puede quemar y decolorar sus hojas. Si las hojas del Espatifilo comienzan a volverse amarillas, puede ser una señal de que está recibiendo demasiada luz. Por otro lado, si la planta se estira o las hojas se vuelven muy oscuras, podría no estar recibiendo suficiente luz.

Agua

La tierra de la planta siempre debe estar húmeda, evitando el encharcamiento. Además, se recomienda evitar que la tierra se seque completamente entre riegos. El espatifilio es una planta muy visual, en el momento en el que necesita agua sus hojas comienza a caer y se ven lacias. En cuanto reciba agua las hojas se recuperan rápidamente.

Es fundamental asegurarse que la maceta donde esté plantada tenga buenos agujeros de drenaje. Esto evitará que el agua se acumule en el fondo y reducirá el riesgo de enfermedades en las raíces. “Las necesidades hídricas disminuyen en invierno, en consecuencia, riega menos en esa época, pero sin dejar que la tierra se seque. Lo mejor es probar con un dedo si la tierra cuenta con la humedad suficiente. Una humedad relativa alta es propicia para los espatifilos. Una pulverización regular con agua de poca dureza crea las condiciones de crecimiento óptimas”, aseguran los expertos en jardinería de Compo.

Sustrato 

Esta planta crece mejor en un sustrato que retenga la humedad pero que también permita un buen drenaje. Una mezcla adecuada puede incluir turba, perlita y fibra de coco para garantizar una estructura de suelo poroso y ligero. Además, también puedes añadir un poco de musgo para ayudar a retener la humedad. “Al tratarse de plantas de interior, la floración depende de la limitada cantidad de tierra en las macetas. Para garantizar un crecimiento saludable y la formación de hermosas flores decorativas, es aconsejable trasplantar los espatifilos cada 2 años, idealmente en primavera”, confirman desde Compo. 

Temperatura

Al tratarse de una planta tropical, crecen mejor en lugares que oscilan entre los 18°C y 30°C, no obstante, como es una planta muy agradecida, puede tolerar brevemente temperaturas más bajas, pero resulta crucial proteger la planta de temperaturas por debajo de los 15°C. 

Fertilización

Usa un fertilizante líquido equilibrado, como un 20-20-20, que contenga iguales proporciones de nitrógeno, fósforo y potasio. Estos nutrientes son vitales para un crecimiento saludable. “Los espatifilos deben contar con los nutrientes suficientes para poder formar sus bellas flores blancas y su exuberante follaje. De marzo a octubre, fertiliza una vez por semana con un abono líquido. En invierno, fertiliza únicamente cada quince días”, aseguran los expertos en jardinería.