Mi pareja desde hace 20 años me fue infiel: “Quería desaparecer”

Es importante acordar en la pareja qué se considerará infidelidad
Manuel García, psicólogo: “Nos encontramos en un mundo que social y económicamente está dirigido a formar pareja”
Para la especialista en psicología Diana Rodríguez, la gran causa de rupturas entre parejas es la “nefasta comunicación”
Estar muchos años al lado de una persona y descubrir que te ha sido infiel representa un antes y un después en la vida de cualquiera. Los profesionales a los que hemos preguntado coinciden en que tendrá lugar un torbellino de emociones y que hay que permitir paso al duelo.
El pasado año conocimos que una de las parejas más famosas del papel cuché dejaba de ser el referente de amor idílico para muchos de nosotros. Chiara Ferragni y su marido Fedez se separaban. A día de hoy, lo que conocemos es que todo se ha debido a una infidelidad del rapero.
MÁS
Sobre si somos más infieles nosotras o ellos, cada uno podemos “barrer para casa”, sin embargo, una investigación de YouGov para Gleeden, sitio web de encuentros extraconyugales para mujeres, arroja luz al asunto y certifica que, en nuestro país, se reparte un 42% los hombres y un 31% las mujeres. En cuanto al índice de infidelidad, España va a la cola de otros países, como Reino Unido, Bélgica o Italia.
Cuando ya abres los ojos
María (nombre ficticio), de 61 años, prefiere no dar su verdadero nombre porque como ella dice “es una historia muy personal que a pocos ha contado”. Tras 20 años de matrimonio descubrió que su marido le estaba siendo infiel con su jefa.
“La verdad es que confiaba tanto en él que jamás se me pasó por la cabeza que tuviese una amante. Si llegaba tarde del trabajo creía que era muy trabajador y todo lo hacía por la familia ya que vivíamos con mi madre dependiente. Si me decía que tenía una reunión el fin de semana pensaba que iban a ascenderlo por lo implicado y disponible que estaba siempre”, admite.
Tras tantos años juntos nunca se le pasó por la cabeza que fuese ese tipo de hombre, y tampoco sospechaba de su jefa por estar casada y con hijos adolescentes. “Su jefa, su marido, los hijos y nosotros hemos comido y cenado juntos. Entiendo que cuando yo me lo pasaba bien con ella ya tenía algo con mi marido”, expresa.
Se sintió tan poca cosa y tan tonta que quería desaparecer. “Mi marido era mi familia. Sentí que se había burlado de mí, que había pisoteado mi confianza ciega en él y se bloqueó todo mi futuro soñado con él”, dice.
Para ella supuso un golpe tan fuerte que buscó ayuda profesional para salir de ese bucle. “Se fue de casa porque yo le suplicaba constantemente que la dejase. Creo que me vio tan patética que le gusté menos todavía. Toda esa baja autoestima y sentimiento de fracaso he tenido que tratarlo para reponerme y seguir con mi vida. Fue y está siendo duro plantearte una vida sin alguien que siempre has amado”, termina.
¿Está sobrevalorada la pareja?
Manuel García, psicólogo general sanitario, experto en emociones, autoestima y buen trato, explica que un proceso de ruptura resulta una cuestión complicada de afrontar. “En psicología utilizamos la palabra duelo cuando fallece alguien y cuando acabamos una relación. Estamos despidiendo a alguien cuyos recuerdos forman parte de nuestra vida y de nuestra identidad”, subraya.
Al romper una relación uno se enfrenta al corte de un apego -para el profesional- pieza crucial de nuestra seguridad y estabilidad. “Nos encontramos en un mundo donde priman las ideas de que el amor puede con todo y donde social y económicamente está dirigido a formar pareja”, refiere.
El experto indica que resulta un reto enorme dejar espacio al dolor con todo el revoltijo de emociones que se experimentan mientras se trata de reconstruir quien cada uno es.
Para quienes han vivido o están viviendo una ruptura por infidelidad, García aporta unas significativas ideas:
- Ten claro quién eres y quién quieres ser: Los actos de otra persona hablan de ella, no de ti.
- Piensa bajo qué valores quieres comportarte y construir la persona que quieres ser y qué clase de ex quieres ser.
- Maneja la incertidumbre: Cuando vivimos una infidelidad y, además, sostenida en el tiempo, podemos tener la necesidad de saber completamente qué ha pasado. Es lógico, pero puede ser que esto nos lleve a estar continuamente hablando con una persona a la que queremos decir adiós y, paradójicamente, seguir enganchados.
- Responsabilízate de tu proceso: Otra manera de quedarnos enganchados es esperar que sea la otra persona quien te sane, pero tú eres responsable de curar tu dolor.
- Haz frente a la manipulación: Cuando la infidelidad continúa en el tiempo suelen existir mentiras y manipulación. Trata de diferenciar cuál es la realidad de la otra persona, la realidad objetiva y, permítete el derecho a construir tu propia realidad.
- Entiende y escucha tus emociones: Podemos llegar a malinterpretar la nostalgia como el deseo de volver o el enfado como la señal de que somos personas agresivas.
- Perdonar es una decisión personal, no estás obligado a ello para poder seguir adelante. Un perdón forzado solamente te alejará de ti en el momento en el que más te necesitas.
Seguir adelante
“Enfado, tristeza, culpa, venganza... A nivel conductual hay personas que optan por zanjar la relación no teniendo contacto alguno, otras desde un aparente perdón disocian “como si nada hubiera pasado”, otras quieren competir y se muestran más seductoras, activas sexuales, otras quieren venganza...”, describe Diana Rodríguez Salgado, psicóloga sanitaria, confirmando que ninguna de las diferentes reacciones y emociones que se produzcan son excluyentes entre ellas.
Para Rodríguez, la primera causa de ruptura en nuestro país es la “nefasta comunicación”. “Si el amor es una mesa con tres patas: una la pasión, otra la amistad y otra la lealtad, la tabla que sujeta las tres patas es la comunicación. Sin comunicación empática, las tres patas se desmoronan y la infidelidad sería una consecuencia, un síntoma del amor”, aclara.
La psicóloga apunta que “una gota de mentira envenena un mar de confianza”. Como relata, tras algo así es muy difícil volver a confiar ciegamente en alguien. “Nuestra memoria emocional generalmente procesa la infidelidad como un trauma y este se convierte en una forma de pensar e interpretar los sucesos desde la desconfianza. Una infidelidad es un duelo a la seguridad de un amor completo”, define.