'Relaciones DADT' o cómo gestionar que tu pareja tenga sus líos sin hablar de ello

parejas DADT
'Don't Ask, Don't Tell' (No Preguntes, No Digas). getty images
  • Los miembros de estas parejas mantienen cierto nivel de apertura en cuanto a la posibilidad de relacionarse con más personas, pero sin hablar abiertamente sobre ello

  • Para que este modelo funcione debe haber un acuerdo previo sobre los tipos de relación que están permitidos y los límites que no se deben sobrepasar

  • Parejas que se casan pero viven separadas: "Necesitamos momentos de espacio"

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Históricamente la pareja monógama ha representado el modelo tradicional de relación, consistente en un compromiso exclusivo del uno con el otro tanto en lo emocional como en lo sexual. Una apuesta por la estabilidad y la continuidad familiar que aún sigue siendo el enfoque preferente, pero en el complejo entramado de la vida moderna hay otras dinámicas y formas de quererse. Desde el poliamor a la flexisexualidad, pasando por las parejas LAT (living apart together) o las relaciones abiertas, los afectos románticos hoy pueden ser tan diversos como las personas que los viven.

Toliamor
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Uno de estos nuevos modelos de relación son las denominadas parejas DADT, acrónimo de 'Don't Ask, Don't Tell' (No Preguntes, No Digas). En ellas una o ambas personas mantienen cierto nivel de apertura en cuanto a la posibilidad de relacionarse con más gente fuera de la pareja, pero con la condición de no hablar abiertamente sobre ello. Es decir, están permitidas otras relaciones románticas e íntimas, pero no hay necesidad de informar de ello a la pareja principal, entre otros motivos, para evitar conversaciones incómodas que puedan provocar celos o tensiones.

Por supuesto, para que este modelo de relación funcione debe haber un acuerdo previo sobre los términos en los que se va actuar. Se deben dejar claros los tipos de relación que están permitidos fuera de la principal, los límites que no se deben sobrepasar y las cosas que se van a contar. Algunas personas pueden saber simplemente que sus parejas están con otras, pero no qué están haciendo exactamente o si se trata de algo prolongado en el tiempo. Otras sí pueden querer saber con quién está saliendo su pareja y adónde van, pero sin llegar a saber detalles específicos de lo que sucede en la cita.

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¿Por qué optar por una relación DADT?

Son varios los motivos que pueden llevar a una pareja a probar una relación DADT. Para algunos este tipo de modelo les confiere una mayor sensación de libertad y autonomía, permitiéndoles explorar su vida afecta e íntima sin tener que rendir cuentas a nadie. Otros pueden buscar en esta estructura una forma de mantener el interés y la emoción en la relación sin comprometer el vínculo de compromiso. Y otras personas que en el pasado experimentaron problemas de confianza pueden ver esta en esta alternativa una opción interesante para evitar malentendidos.

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Los riesgos de una relación DADT

En realidad, aunque aparentemente pueden parecer relaciones más fáciles que las monógamas, requieren un alto nivel de compromiso y confianza. Para que una relación DADT funcione de manera saludable, es fundamental que la comunicación sea lo más abierta y sincera posible en cuanto a las expectativas, inseguridades y necesidades de ambos. Si no se establecen bien los límites, cabe la posibilidad de que un miembro de la pareja se sienta engañado o traicionado y la relación puede verse en peligro.

Y si la comunicación no es lo suficientemente sincera y fluida puede llevar a malentendidos o a situaciones en las que se inflijan los límites establecidos sin que la otra persona lo sepa. Además, la falta de información detallada sobre las experiencias de la pareja podría abonar sentimientos negativos y problemas de inseguridad o vulnerabilidad que permanecen ocultos bajo la superficie y que en cierto momento pueden terminar aflorando.

Explorar, equivocarse y crecer juntos

La sexóloga Valentina Torres Zorrilla nos explicaba aquí que en una pareja hay que construir entornos en los que todos sus integrantes se sientan cómodos, y eso puede significar que no haya necesidad de verbalizarlo todo. “Desde un enfoque sexológico, es crucial reconocer que cada pareja tiene funcionamientos únicos de construir su convivencia y cada una debe encontrar las estrategias que le permitan convivir de un modo satisfactorio”.

Además, apuntaba otra variable: la necesidad de revisar los acuerdos, tanto explícitos como implícitos, a lo largo del tiempo. “Repasar cuando las expectativas son demasiado rígidas, validar las diferencias, trabajar activamente en el cuidado, creando un ambiente donde los integrantes puedan explorar, equivocarse y crecer juntos”, concluía.