Paula Ripol, experta en embarazos a los 50: “Muchas mujeres habrán tenido que sostener su deseo contra viento y marea”

"La mujer necesita saber que no está sola, que su historia importa”, dice Ripol
Según la profesional, la mujer ha de rodearse de especialistas respetuosos, cuidar la salud mental, practicar la relajación y visualización como en hipnoparto y mantener hábitos saludables
Virginia fue madre a los 52 años y tardó en encontrar una estabilidad laboral y sentimental para dar el salto a la maternidad
Virginia, de 57 años, tuvo a su hija a los 52 y sostiene firme ser lo mejor que le ha pasado nunca. “La pregunta del millón es por qué esperé tanto. La verdad es que no era mi intención, pero se dio así. Soy muy tradicional y quería estar estable a nivel económico y con una pareja que viese como un buen padre para mis hijos, y todo eso se demoró”, cuenta.
Pasó por varios empleos hasta que la contrataron indefinidamente en una empresa. Lo mismo sucedió en sus vinculaciones amorosas; tuvo relaciones duraderas, pero o no querían ser padres o ella no los concebía en ese papel. “Mi última pareja es el hombre que siempre busqué y el padre ideal. No veo que tener 50 años o más sea un inconveniente para criar. Me veo tranquila en mis otras parcelas vitales. Tengo las cosas claras y sé qué quiero darle a mi hija, entonces eso nos da seguridad a los tres. Pensar en el día de mañana, uno tenga la edad que tenga puede morir y dejar a sus hijos solos”, explica.
Lo único que verdaderamente le entristece es que sus padres no han podido disfrutar de su pequeña. “Mis padres fallecieron antes de yo cumplir los 50 y esa es mi espinita, porque siempre quisieron disfrutar de un nieto o nieta”, revela. Tuvo miedo por ser la madre que quería ser, pero admite que desde siempre se ha cuidado a nivel físico y mental y continúa haciéndolo para estar a la altura de las demandas de su niña.
“Mi hija tiene 5 años y es un torbellino, pero me encanta correr detrás de ella. Mi pareja es unos años más joven que yo, pero estamos al mismo nivel. Querer es poder y la edad es un número. No me gusta quejarme, sino ponerme a prueba cada día para superarme”, confiesa.
Prepararse para un buen parto
Paula Ripol (El Masnou, 1986) es experta en salud perinatal e instructora de hipnoparto, técnica que prepara a la mujer para el proceso de dar a luz sin angustia y como un evento tranquilo y natural.
Paula decidió tener a sus dos hijos en casa y prepararse para ello, eso despertó en ella una fascinación sobre lo que es capaz de hacer el cuerpo de la mujer, y decidió titularse con KG Hypnobirthing, formación acreditada por el Colegio Real de Comadronas en el Reino Unido.
En 2020 creó su propio programa myBabymyBirth® , y se formó en salud mental perinatal en el Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal. Hoy en día acompaña a muchas madres para prepararse para un buen parto. Asimismo, es autora del libro ‘Dar a luz con hipnoparto, la guía completa para vivir en calma tu embarazo y parto’ (Ariel, 2024) y, también, autora y directora del podcast ‘Tu Mejor Parto’.
Por datos del INE constatamos que, en el año 2023, 83 mujeres tuvieron su primer hijo con 50 años o más. Sobre si es posible ser madre a los 50, la profesional explica que, a partir de los 45 años, la probabilidad de embarazo espontáneo es extremadamente baja, inferior al 1%, y superando los 50, prácticamente nula sin ayuda médica.
La mayoría de mujeres recurren a la fecundación in vitro con ovodonación, ya que la calidad ovocitaria suele ser baja lo que dificulta el embarazo y ofrece otros riesgos en el caso de positivo. “Esto implica también un duelo al asumir que no será un hijo con genética propia”, comenta.
En nuestro país, la ley no especifica una edad concreta a la que no se pueda solicitar tratamientos de fertilidad, pero sí consenso médico. El Sistema Nacional de Salud ha implantado para las mujeres un límite de 40 años y para los hombres, de 55 años. En el ámbito privado, la edad en las mujeres se eleva a los 50. Para Ripol: “El límite busca equilibrio entre seguridad y libertad, y también deberíamos pensar en la criatura y su entorno familiar, no sólo de bebé sino en la adolescencia, cuando esa madre tenga 65. Es un balance entre ayudar a las personas y usar la tecnología a toda costa”, señala.
Necesidad de una buena red de apoyo
Atendiendo al embarazo y parto de una mujer de 50 años, la especialista en salud perinatal afirma que se considera de riesgo por razones médicas, aunque subraya que también influye el cómo conciben el tema de la edad los profesionales sanitarios. “Algunas mujeres estarán tan saludables como otras más jóvenes, pero hay más casos con condiciones como diabetes o hipertensión. Por eso, a menudo se ofrece inducción o cesárea, lo cual también acarrea peligros”, expone.
La educadora perinatal considera que hoy en día una mujer de 50 años embarazada puede recibir críticas del entorno ya que existen muchos prejuicios sobre la maternidad tardía, debido a que continúa siendo algo que se da de forma muy ocasional y llama la atención. “Pueden venir de ideas culturales antiguas y también por miedos propios e incertidumbre. Muchas mujeres habrán desarrollado una profunda resiliencia por haber tenido que sostener su deseo contra viento y marea”, destaca.
La experta indica que la gente que trate a la mujer en esa etapa de su vida debe acompañarla de escucha, respeto y validación emocional. Incide en que no sólo hace falta un seguimiento médico, sino también un rincón para sostener dudas, miedos y el enorme deseo que hay detrás. “Se trata de procesos largos y a veces frustrantes, y la mujer necesita saber que no está sola, que su historia importa”, manifiesta y suma que es clave la ayuda de una buena psicóloga perinatal.
“Rodearse de un equipo respetuoso, cuidar la salud mental, practicar relajación y visualización como usamos en hipnoparto y mantener hábitos saludables son claves para vivir el embarazo con bienestar”, apunta.
Además, asegura que es necesario tener espacios para reconectar con la fuerza interna porque -como recalca- al tratarse de un camino más complejo pueden surgir más temores y más dependencia médica.