Las tres leyes de la colorimetría que necesitas saber para vestir siempre con estilo

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Consejos básicos para vestir con estiloUnsplash
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MadridLa elegancia y estilo en el vestir es algo natural para algunas personas, saben exactamente qué tienen que ponerse y de qué manera combinarlo para verse bien, por desgracia esto no le sucede a todo el mundo. Lo más habitual es probarse varias combinaciones de prendas hasta que el espejo nos devuelve una imagen con la que nos sentimos confortables. 

Esto es algo que se puede trabajar, que puede resultar más sencillo de lograr si conocemos ciertas reglas básicas que pueden ayudarnos a construir los looks perfectos para cada ocasión. Una manera de sentar las bases de lo que más adelante será nuestro estilo personal, porque conociendo los principios esenciales se puede comenzar a crear algo único y que nos distinga, pero para eso es importante conocer la colorimetría y como eso puede ayudarnos a ir siempre bien vestidos. 

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Las tres leyes de la colorimetría que necesitas saber para vestir siempre con estilo

La colorimetría en moda nos ayuda a conocer qué colores son los que más nos favorecen, algo básico para potenciarnos en lugar de apagarnos. Esto puede depender del color de cabello, de ojos y de piel y es importante para descubrir qué tonos sientan mejor y cuáles conviene evitar a la hora de vestirse (o maquillarse). Para acertar es buena idea tener en cuenta tres reglas básicas relacionadas con los colores y la colorimetría. 

  1. Seleccionar la paleta de colores adecuada. En función del color de pelo, de piel y de ojos, hay, como decíamos antes, algunos colores que favorecen más que otros, los tonos adecuados proyectan luminosidad, mientras que los incorrectos aportan opacidad, algo que a nadie le interesa. Una vez que hemos determinado que tipo de tonalidad tenemos, si es fría o cálida, solo hay que saber qué colores nos conviene llevar. Estos cambian según las estaciones del año, por ejemplo, en invierno, a las personas de tonalidad fría, les favorecen los colores fríos intensos, pero en verano, es mejor los suaves y pastel. Alguien con tonalidad cálida, optará por los tonos tierra en primavera, justo los que le conviene en otoño. 
  2. La regla de los tres colores. Esta norma señala que no conviene emplear más de tres colores en un mismo outfit, de este modo se consigue un look coherente y equilibrado, que no queda excesivamente sobrecargado. El ejemplo más sencillo es añadirle a un look en blanco y negro un complemento de un color que le añada fuerza, aunque también se puede considerar un color dominante, un color secundario y un tercero de acento, y mejor si los colores son complementarios, es decir, opuestos en la rueda cromática, como el azul y el amarillo. 
  3. La Regla de los Tercios. Con esta regla se busca crear un equilibrio visual y está enfocada en la proporción de los colores. La parte superior representa un tercio del look, mientras que la inferior lo hace con el resto, esto evita que una parte del cuerpo sea más dominante que la otra. 

Por supuesto, esto son solo unas directrices, cada cual debe llevar aquello con lo que mejor se sienta o más favorecido se vea.