Lo que puedes aprender del duelo de Michelle Obama por su madre: "Algunos días la pérdida te golpea como una ola"

Perder la figura materna es uno de los momentos más traumáticos en la vida de un adulto, pero también puede convertirse en una experiencia inspiradora
Superar el duelo por una madre: cómo incorporar su recuerdo de manera positiva en nuestra vida
Hace un año que Michelle Obama perdía a su madre, Marian Robinson, a los 86 años, y la ex primera dama de EEUU ha querido tener un emotivo recuerdo para la que consideraba "su roca". "Perdimos a mi madre hace un año, pero de alguna manera, casi se siente como si estuviera con nosotros más y más cada día", ha escrito Michelle en sus redes sociales, demostrando que aunque quedarse sin la figura materna es una de las experiencias más traumáticas que puede vivir un adulto, su recuerdo también puede convertirse en algo inspirador, una presencia de algún modo iluminadora.

Marian siempre fue un pilar fundamental en la familia Obama, viviendo con ellos en la Casa Blanca durante los ocho años que duró su mandato y encargándose de cuidar de sus dos nietas, Malia y Sasha. Dejó una huella que Michelle siente imborrable. "La noto en la forma en que la canalizo cuando doy consejos a mis hijas, o poniéndome al día con mi hermano Craig, o sentándome para cenar con Barack. Ella no está con nosotros, pero lo está", explica Michelle en su mensaje.
Superar el duelo por una madre es un proceso generalmente complejo que requiere tiempo, empatía y mucha comprensión hacia uno mismo. La propia Michelle reconoce que lidiar con el dolor durante estos doce meses no ha sido sencillo: "Algunos días, la pérdida te golpea como una ola, una y otra vez. Algunos días, me impulsa la fuerza que ella fomentó en mí. Y la mayoría de los días, estoy agradecida de haber tenido la oportunidad de aprender de ella".
Un duelo sin duración establecida
La marcha de un padre o una madre no se supera, se aprende a convivir con ella. Por tanto, el duelo no tiene las mismas fases en todas las personas ni una duración establecida. Pueden ser semanas, pero también meses o incluso años. La La psicóloga Iratxe López aborda en su web cómo abordar este proceso de despedida de la mejora manera. En primer lugar, recomienda hablar abiertamente del tema, no hacer como si nada hubiera ocurrido obviando cualquier recuerdo. Hablar con amigos, familiares o profesionales sobre lo que sentimos puede ayudarnos a liberar nuestra carga emocional.
Es importante normalizar el torbellino emocional que nos embarga para que el duelo sea lo más sano posible. "Las personas experimentamos todo tipo de emociones después de la muerte de alguien cercano. La tristeza, la ira, la frustración e incluso el agotamiento son normales", escribe López. En ese sentido, también es crucial el autocuidado. El bienestar físico conlleva paz mental, por lo que recomienda seguir practicando los deportes o actividades físicas habituales, continuar con las mismas aficiones que te hacían feliz y seguir comiendo de forma saludable y equilibrada.

Honrar la memoria
Hay quienes en el proceso de duelo deciden deshacerse de todo aquello que les recuerda a la persona fallecida, pero esa actitud conduce a la negación y no a la superación. Por eso la psicóloga recomienda el recuerdo y la celebración de su vida: "Enmarcar fotos de momentos divertidos, plantar un árbol en su memoria, donar a una asociación o causa que le gustara..". Se trata de honrar su memoria, no solo a través del recuerdo sino de acciones que nos permitan mantener una conexión positiva y saludable con su legado.