Salud

¿Es el fin de los empastes dentales? Así funciona la alternativa para cultivar dientes humanos

Una alternativa a los empastes e implantes tradicionales. Unsplash
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MadridUno de los retos de la humanidad es vivir más, pero haciéndolo mejor. No son pocas las investigaciones que intentan descubrir qué se esconde tras determinados problemas de salud para así encontrar una solución efectiva, mejor, que nos ayude a convivir con enfermedades que un día se consideraron mortales, incluso en algunos casos, también se ha podido encontrar la cura. 

Los avances científicos van en todas las direcciones, aunque unas noticias acaparan más la actualidad que otras, porque resultan más llamativas o porque afectan a enfermedades que tememos o están más extendidas. Los avances en odontología no suelen ser los que abren informativos, pero son tan necesarios como los demás para ayudarnos a vivir mejor. 

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El proyecto, liderado por un consorcio de investigadores de Japón, Estados Unidos y Reino Unido, y que ha contado con la participación de instituciones como la Universidad de Kyoto, Harvard School of Dental Medicine y el King’s College de Londres, ha logrado desarrollar dientes humanos en laboratorio utilizando células del propio paciente, lo que supone toda una revolución, porque elimina el riesgo de rechazo. 

La alternativa para cultivar dientes humanos

La pérdida de una pieza dental tiene asociados ciertos problemas que van más allá de los estéticos, que son los primeros que nos vienen a la cabeza a todos. La ausencia de un diente puede hacer que todos los de su alrededor cambien su posición, pero también puede generar problemas en la masticación, ciertas modificaciones en la cara por la pérdida de densidad ósea que esto genera e incluso problemas de fonación, la pérdida de algunas piezas determinadas puede hacer que sea más complicado pronunciar algunos sonidos. 

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Esta técnica descubierta permite recrear el entorno natural en el que los dientes se desarrollan, creando una pieza completa que puede integrarse orgánicamente en la mandíbula del paciente. “Los dientes cultivados en laboratorio se regenerarían de forma natural, integrándose en la mandíbula como dientes genuinos. Serían más fuertes, duraderos y sin riesgos de rechazo, ofreciendo una solución más duradera y biológicamente más compatible que los empastes o los implantes”, explicaba a The Telegraph el investigador Xuechen Zhang. 

A diferencia de los implantes sintéticos que se usan actualmente, estos dientes cultivados en laboratorio están hechos completamente de tejidos vivos y cuentan con esmalte, dentina, raíces funcionales y hasta terminaciones nerviosas. Esta nueva técnica aporta ciertas ventajas, como el menor riesgo de rechazo por usar células madre del propio paciente y también se reduce el riesgo de complicaciones quirúrgicas, porque no genera problemas de integración ósea. 

Este sistema ha dado la posibilidad de continuar investigando y se han abierto dos vías de aplicación, la opción de cultivar el diente en un laboratorio antes de su implantación y la de generarlo directamente en el paciente, colocando células en etapa temprana de desarrollo directamente en la mandíbula. De consolidarse, este descubrimiento podría convertirse en un gran avance en el mundo de la odontología, además de mejorar la calidad de vida de muchas personas. De momento, los estudios en animales han sido muy prometedores y, si todo va bien, en unos cinco años comenzarían los primeros tratamientos experimentales en humanos.