Expertos alertan sobre el consumo excesivo de pollo: lo relacionan con mayor riesgo de cáncer

Consumido en el marco de una dieta equilibrada y saludable, el pollo es seguro y recomendable
Qué comer (y qué no) para reducir el riesgo de cáncer: "La clave está en tu plato"
MadridUna dieta equilibrada es una de las bases de un mejor estado de salud, eso implica que la alimentación tiene que ser variada, porque abusar de determinados alimentos podría tener consecuencias negativas para la salud. Al hacer este tipo de aseveraciones tendemos a pensar en esos alimentos que suelen señalarse como no demasiado saludables, como las carnes rojas o los ultraprocesados, sin embargo, no siempre es así.
Según un reciente estudio, un consumo excesivo de pollo podría estar relacionado con un mayor riesgo de padecer cáncer gastrointestinal.
Como el consumo excesivo de pollo se relaciona con un mayor riesgo de cáncer
El pollo es un alimento muy versátil, que puede prepararse de muchas maneras diferentes, algunas de ellas muy sencillas, y en casi todas las ocasiones el resultado es bueno. Gusta a niños y adultos, por lo que no es demasiado raro recurrir a él cuando no se sabe bien qué preparar de comida o cena y se busca una opción que sea más o menos saludable.
Siempre que no se abuse de su consumo, hacerlo es una estupenda idea, sin embargo, parece que en algunos casas, tomar demasiado pollo puede convertirse en un riesgo para la salud, porque según un estudio publicado en Nutrients, podría haber relación entre un consumo excesivo de este animal de granja y un mayor riesgo de desarrollar cáncer gastrointestinal.
Los investigadores han llegado a la conclusión de que el consumo de más de 300 gramos de pollo a la semana se podría asociar con un incremento del 27% en el riesgo de muerte por cualquier causa y, concretamente, de uno del 2,3% en el riesgo de sufrir cánceres del tracto gastrointestinal. El estudio se basa en datos recopilados de personas del sur de Italia, que reportaron su consumo de carne roja y carne de ave. Los datos se cruzaron con diagnósticos de cáncer y fallecimientos para encontrar posibles asociaciones.
Los propios investigadores aclaran que sus resultados no implican causalidad, es decir, que los casos de cáncer no estarían necesariamente asociados con el consumo de pollo, siendo este solo uno de los factores, por ejemplo, quedaron sin tenerse en cuenta otros factores clave, como los niveles de actividad física. Además, merece la pena señalar que la información obtenida en este estudio contradice todos los estudios anteriores que dejaban claro que el consumo de pollo es seguro.
Tras estos resultados no se puede afirmar, ni mucho menos, que el pollo sea un alimento de riesgo o que el consumo del mismo sea cancerígeno. Es tan solo una investigación que, de hecho, no tiene en cuenta todos los factores, pero que puede abrir la puerta a posteriores investigaciones más completas que ayuden a conocer cómo los factores que rodean el consumo de pollo podrían afectar a la salud de las personas.
Así, a la espera de que haya nuevos estudios con datos más concretos y con mayor validez, se podría decir que el pollo es un alimento seguro en el marco de una alimentación variada y saludable.