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Cómo mantener la motivación para hacer ejercicio a partir de los 50: consejos y rutinas útiles

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Mantener la motivación por el ejercicio no es fácilUnsplash
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MadridEl ejercicio es beneficioso para nuestra salud y nuestro estado de ánimo, aunque en ocasiones la pereza y la falta de tiempo nos haga cuestionarnos su eficacia. Todo aquel que ha conseguido establecer una rutina puede dar fe de lo mucho que afecta positivamente a la vida, lo que no hace que resulte más sencillo encontrar la motivación para comenzar a entrenar ni, sobre todo, para continuar haciéndolo de manera constante. 

Consejos y rutinas útiles para mantener la motivación por el ejercicio a partir de los 50

La actividad física es buena para fortalecer los músculos y huesos, también para proteger las articulaciones, ayuda a sentirse más fuerte y también potencia el equilibrio, lo que puede evitar caídas que a partir de cierta edad pueden tener consecuencias más graves. Mejora el estado de ánimo y proporciona energía, reduce el riesgo de enfermedades, mejora el sueño y disminuye el estrés… 

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Motivos más que suficientes para animar a todo el mundo a hacer ejercicio, sobre todo una vez pasados los 50, cuando más se necesita cuidar el cuerpo. No es sencillo comenzar a hacer ejercicio, tampoco tener la motivación suficiente para seguir entrenando, pero hay algunos consejos que pueden resultar de gran utilidad. 

  • Encuentra tiempo. Este es uno de los mayores problemas a la hora de hacer ejercicio, pues no siempre es sencillo encontrar el tiempo suficiente para poder ponerse en forma. Sin embargo, hacer algo, por pequeño que sea, será mejor que no hacer nada, por lo que si no es posible encontrar media hora al día, tres periodos de diez minutos puede ser suficiente. Una vez que ya tienes el hueco para él en la agenda, será más sencillo cumplir lo establecido, y si alguna vez fallas, intenta volver a la rutina cuanto antes sin dejar que se convierta en un remordimiento. 
  • Conviértelo en una actividad social. Compartir experiencias las hace más divertidas y apuntarse a una clase con otras personas puede ayudarnos a ‘obligarnos’ a seguir acudiendo. Además, se conocen nuevas personas y se establecen nuevos vínculos, lo que también mejora el estado de ánimo. También contar con el apoyo de un amigo puede ser clave, quedar con alguien incentiva el no faltar a la cita. 
  • Establece objetivos. Lo mejor es empezar poco a poco, sobre todo para esas personas que hacen ejercicio por primera vez. Poder ver cómo evolucionamos y mejoramos hasta ir superando pequeños objetivos hará que sintamos más ganas de seguir entrenando. 
  • No lo consideres ejercicio. Si el ejercicio no resulta algo atractivo, buscarle un beneficio adicional puede ayudar, por ejemplo, pasear puede ayudar a relajarse o conectar con uno mismo, o buscar una actividad que de verdad se disfrute, como puede ser apuntarse a clase de baile. 
  • Recuerda cómo te hace sentir. No en esos momentos en los que las agujetas y el cansancio es lo único en lo que puedes pensar, sino centrándote en la sensación de satisfacción que proporciona haber cumplido con tus metas, haber conseguido lo que te habías propuesto. Esa sensación de bienestar es la que no conviene olvidar.