Los antioxidantes ayudan a evitar o retrasar el daño que los radicales libres causan en las células
Los 6 hábitos para tu día a día para envejecer mejor, según la bióloga Ana María Cuervo
MadridUna alimentación equilibrada no solo hace que los menús resulten más variados, también ayudan a que el cuerpo reciba todos los nutrientes que necesita para un buen funcionamiento. Si solo queremos cuidar nuestra salud, asegurarnos de que consumimos suficientes frutas y verduras es importante, así como proteínas de calidad y grasas saludables, pero hay ocasiones en las que el objetivo que queremos conseguir es otro.
Por ejemplo, si queremos planificar una dieta que sea rica en antioxidantes, lo primero es saber qué alimentos pueden aportarlos, una vez que se conoce esto, solo habrá que pensar cómo se pueden incorporar para que nuestros menús no resulten excesivamente repetitivos, lo que puede hacer que nos aburramos más rápidamente.
Sabiendo qué alimentos nos ayudan a obtener los antioxidantes que necesitamos, será más sencillo incluirlos en los desayunos, comidas, cenas o meriendas, logrando que las preparaciones puedan tener ese toque extra que tantos beneficios pueden aportar a nuestra salud.
Dieta rica en antioxidantes para combatir el envejecimiento celular
Los antioxidantes ayudan a evitar o retrasar el daño que los radicales libres causan en las células. Se pueden obtener a través de suplementos creados por el hombre, pero también hay muchos alimentos que los contienen y pueden ser suficiente para aprovechar todos los beneficios que puede ofrecer, como reforzar el sistema inmunitario o prevenir el desarrollo de algunas enfermedades.
La vitamina C es uno de los antioxidantes que más fácilmente podemos incluir, porque se encuentra en la mayoría de las frutas y verduras. También la vitamina E se considera como tal y se obtiene de los aceites vegetales, pero también de los frutos secos y de algunas verduras, como las zanahorias y las espinacas crudas.
Son antioxidantes los carotenoides, cuyos pigmentos hacen que los alimentos tengan diversas tonalidades, como amarillo, rojo o anaranjado. Los encontramos en frutas y verduras como la naranja, el melocotón, la sandía, la mandarina, el tomate o la zanahoria. También vegetales de hoja verde como las espinacas o el brócoli. Es antioxidante la vitamina A de la leche y los huevos, la luteína que se encuentra en las verduras de hoja verde o el selenio de los frutos secos, las legumbres o los huevos.
La clave para planificar una dieta rica en antioxidantes es incluir en todas nuestras ingestas frutas y verduras, por ejemplo, incluyendo frutas en el desayuno y la merienda, o sumando siempre una parte de verdura en nuestros platos, tanto en la comida como en la cena. Los antioxidantes, no obstante, no son milagrosos ni pueden evitar todos los males, por eso es clave, salvo que los médicos digan lo contrario, centrarnos en comer una gran variedad de alimentos que puedan sumar las cantidades que se necesitan para una salud férrea sin excederse.
Si nuestra alimentación es completa, no se tendrían por qué necesitar suplementos (salvo que un profesional diga lo contrario) porque un exceso de antioxidantes podría tener consecuencias como aumentar el riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer o interferir con ciertos medicamentos. Una alimentación variada suele ser más que suficiente.


