José Viña, experto en longevidad: "Empezamos a envejecer a los 30, y el 70% de cómo lo hacemos depende de nosotros"

El envejecimiento es una de esas cuestiones que nos genera inquietud. Todos aspiramos a vivir muchos años y, sobre todo, a hacerlo con la mejor calidad de vida posible. Pero para lograrlo, no basta solo con desearlo: hay que cuidarse, tener algo de suerte... y también influye nuestra genética.

Sobre este asunto ha hablado con Europa Press Salud Infosalus uno de los investigadores más reconocidos en nuestro país en materia de longevidad: el doctor José Viña, catedrático de Fisiología en la Universidad de Valencia. Viña acaba de publicar 'La Ciencia de la longevidad' (SINE QUA NON), un libro en el que propone claves prácticas para mejorar nuestro estilo de vida y lograr un envejecimiento más saludable.

¿Está realmente en nuestra mano envejecer bien? El experto asegura que sí, al menos en gran parte. "En la vida nada depende al 100% de uno mismo, pero el 70% de cómo envejecemos sí está en nuestras manos; el 30% restante lo marca nuestra genética", señala. Esta proporción, aclara, se aplicaría a la llamada longevidad media, es decir, a alcanzar unos 85 años de vida.

Ahora bien, cuando hablamos de longevidad extrema -ser centenario-, el peso de la genética es mayor. Aun así, Viña subraya el papel clave que están jugando los avances científicos: "Cada vez se curan más tipos de cáncer y enfermedades que antes eran mortales ahora se convierten en crónicas. El diagnóstico precoz es fundamental".

Cuándo debemos empezar a cuidarnos

En este contexto, la gran pregunta es clara: ¿cuándo deberíamos empezar a cuidarnos para asegurarnos un envejecimiento saludable? Su respuesta es tajante: cuanto antes. El catedrático advierte de que las causas del envejecimiento comienzan a gestarse en la juventud, por lo que lo que hagamos -o dejemos de hacer- en esa etapa marcará nuestra salud en el futuro. "Hay que empezar a cuidarse pronto", subraya, y lanza una advertencia: uno de los factores que más envejecen es el tabaco.

"Si empiezas a fumar a los 20 años, puede que a los 30 aún no tengas bronquitis crónica ni cáncer de pulmón, pero esos problemas llegarán a los 60. Parece que, de media, empezamos a envejecer a los 30: hasta entonces, el cuerpo madura; después, empieza el declive", explica el experto.

Además del tabaco, el doctor Viña señala otras prácticas que aceleran el envejecimiento: el consumo de drogas ilegales, el estrés, la falta de ejercicio y una mala alimentación. "Todo eso resta años de vida y calidad a nuestro envejecimiento", insiste.

La prisa acorta la vida

Pese a todo, Viña es optimista. Cree firmemente que es posible modular la velocidad a la que envejecemos si adoptamos hábitos saludables. "Si nos cuidamos un poco, no solo envejeceremos mejor, también seremos más felices en las últimas etapas de la vida".

Una de las claves para lograrlo está, según él, en el manejo del tiempo. "Tenemos un periodo vital y debemos aprender a distribuirlo bien. No podemos meter más cosas de las que podemos abarcar. Hay que intentar hacer las cosas despacio y bien", afirma. Para ilustrarlo, recurre al movimiento 'slow', que promueve una vida sin prisas. "La prisa acorta la vida. Hay que ser amigos del tiempo, tener espacio para sentarse y meditar".

Descanso creativo y buen sueño

Otra de sus recomendaciones es aprovechar el tiempo libre para descansar de forma creativa. "Es decir, hacer actividades que nos satisfagan. Todo lo que implique creatividad es beneficioso para la salud", apunta. Incluso en el entorno laboral, defiende que fomentar la creatividad puede hacernos más felices y eficientes.

El descanso nocturno también juega un papel crucial. Viña lamenta que no dormimos lo suficiente ni nos preparamos adecuadamente para dormir. "En las ciudades nunca se hace de noche", dice, refiriéndose a la exposición continua a la luz azul de las pantallas. "Ya no se libera melatonina. Lo ideal son ocho horas de sueño, aunque con la edad se puede reducir a siete o seis".

Ejercicio a diario… y en compañía

En cuanto al ejercicio físico, apuesta por practicarlo cada día y que sea "multicomponente": combinar fuerza, equilibrio y actividad aeróbica, adaptado a cada edad y, a ser posible, en grupo. "Hacerlo acompañado aumenta la adherencia y tiene beneficios psicológicos. El ejercicio es un medicamento, los médicos deberían prescribirlo", defiende.

Comer menos, sonreír más

En el plano nutricional, sugiere reducir la cantidad de comida, aumentar el consumo de frutas y verduras, y beber agua incluso cuando no se tenga sed. También destaca la importancia de las proteínas: "El 40% de los mayores de 60 años en Europa están desnutridos en proteínas y deberían suplementarlas".

El trabajo, por su parte, también puede ser un aliado si se enfoca desde la creatividad, tanto dentro como fuera del entorno laboral. "Ser creativos nos hace más felices y probablemente más eficientes".

Y para cerrar el círculo de la longevidad saludable, el doctor Viña subraya la importancia de las relaciones personales: "Nos ayudan a vivir sin estrés. Hay que alejarse de las personas tóxicas, rodearse de quienes nos hacen bien, sonreír lo máximo posible y no guardar odio. Todo eso también alarga la vida".