Bienestar

Cómo utilizar correctamente la cúrcuma para ayudar a reducir la inflamación y mejorar la digestión

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Cúrcuma: beneficios y cómo usarla. Unsplash
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MadridEstamos acostumbrados a hacer las cosas de una manera determinada, pero eso no quiere decir que no seamos capaces de cambiar determinados hábitos si lo que queremos es cuidar nuestra salud, sobre todo si podemos lograrlo a través de la alimentación. Del mismo modo que nadie duda de la importancia de reducir el consumo de sal ante determinadas enfermedades o de evitar un consumo excesivo de algunos alimentos, hay determinadas especias que pueden ayudarnos a conseguir nuestros objetivos. 

Si bien la inflamación es un proceso natural del cuerpo para defenderse, cuando esta pasa a ser permanente, deja de ser un sistema de defensa y comienza a afectar al cuerpo. Reducir este tipo de inflamación se ha convertido en algo importante para quienes buscan sentirse mejor, porque la inflamación crónica, que dura meses e incluso años, puede estar asociada con el desarrollo de algunas enfermedades. 

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La alimentación puede ser una gran herramienta para evitar o reducir este tipo de inflamación crónica, eliminando alimentos que la potencian (también sustancias nocivas como el tabaco) e incluyendo otros que nos ayudan a plantarle cara, como sucede con las frutas y verduras, o la cúrcuma. 

Así puedes usar la cúrcuma para reducir la inflamación y mejorar la digestión

La cúrcuma es una especia que se obtiene de una planta que pertenece a la familia del jengibre, es la que le aporta al curry su característico color amarillo. Lleva mucho tiempo usándose por su sabor, pero también por sus propiedades medicinales, porque es antioxidante y antiinflamatoria, fortalece el sistema inmunológico, mejora la salud cardiovascular y cerebral y mejora la digestión. 

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Lo mejor para aprovechar sus efectos antiinflamatorios y favorecer la digestión es tomarla en forma de infusión, agregando una cucharadita de cúrcuma al agua de cocción y dejando que repose unos minutos tras apartarlo del fuego, pueden aprovecharse sus beneficios. También se puede mezclar con otras especias, como el jengibre o la pimienta. 

Además, podemos incorporarla en otras preparaciones, como batidos o smoothies, obteniendo un poco de sus efectos antioxidantes, aunque lo más habitual es añadirla en polvo a la comida mientras la estamos preparando, tal y como haríamos con otras especias en la cocina. Es ideal en recetas como guisos, arroces o sopas, además de sumar un toque de color le proporciona un sabor único. También puede encontrarse en forma de suplementos, que favorecen la salud gastrointestinal y ayudan a la flora.

Hay muchas formas de incluir la cúrcuma en nuestra alimentación para poder aprovechar sus beneficios, siempre y cuando lo hagamos con moderación y asegurándonos de que no existen contraindicaciones en el caso de tener alguna enfermedad (como úlceras o enfermedades hepáticas) o estar tomando alguna medicación que resulte incompatible, como sucede con algunos anticoagulantes. 

Tampoco se recomienda su consumo en personas embarazadas o en periodo de lactancia, debido a la alta concentración de curcumina que tiene, porque si bien es favorable en casos de personas con osteoartritis y artritis reumatoide, no todo el mundo debería consumirla sin antes asegurarse de que es seguro.