Hay muchos motivos por los que se puede comenzar a perder audición y la edad es solo uno de ellos
Limpiar los oídos: seis consejos para acabar con las molestias de un tapón
MadridHay ciertas cosas que no sabemos apreciar hasta que nos faltan, fue lo que le sucedió a mucha gente con el sentido del gusto y el olfato al contagiarse de coronavirus, descubriendo lo molesto que resulta que los alimentos no tengan sabor. Sucede algo parecido con el oído, no somos conscientes de lo importante que es en nuestro día a día hasta que nos falta.
La pérdida de audición puede hacer que nos aislemos y que nos cueste mucho más socializar, lo que puede estar asociado con un aumento del riesgo de desarrollar enfermedades como la depresión. En algunos casos la pérdida auditiva es irreversible, lo que requiere un enfoque completamente distinto de esas otras situaciones en las que un tratamiento adecuado a tiempo puede parar el avance de esa pérdida de audición y en algunos casos recuperarla.
La hipoacusia se conoce también como sordera parcial, porque es la disminución de la sensibilidad auditiva. Puede afectar a un oído o a los dos, existen diferentes grados y también distintos tipos. Uno de ellos es la hipoacusia neurosensorial, que se produce cuando el problema están en el óxido interno y está vinculado al sistema nervioso. Se suelen producir por infecciones infantiles o por la enfermedad de Ménière, también puede producirse por la edad o como consecuencia de escuchar ruidos altos.
Otro tipo es la hipoacusia conductiva, que se produce cuando la lesión está en el oído externo o medio. Suele deberse a una acumulación de cera, a la presencia de un objeto extraño o de líquido tras una infección, así como cicatrices en el tímpano por infecciones frecuentes o agujeros en el mismo. Hay un tercer tipo, la mixta, que es una combinación de las dos anteriores.
Hipoacusia: síntomas y cómo prevenir la pérdida de audición
Los síntomas que nos señalan que puede existir un problema pueden variar en función de la edad o el grado de la enfermedad. Algunos de los más frecuentes son la dificultad para diferenciar sonidos agudos entre sí, para seguir una conversación entre varias personas o para oír en ambientes ruidosos, la sensación de percibir sonidos demasiado fuertes sin que lo sean, resulta más fácil entender las voces masculinas. Además, puede provocar sensación de mareo o pérdida de equilibrio, zumbidos constantes o sensación de presión en el oído.
No siempre se puede evitar esta pérdida de audición, pero hay algunos pequeños consejos que podemos seguir para reducir el riesgo de padecerla, por ejemplo, empleando protectores auditivos si realizamos un trabajo que nos expone a niveles elevados de ruido habitualmente. También ayuda escuchar la música a un volumen menos elevado, secarnos bien los oídos después del baño o evitar el uso de bastoncillos y otros sistemas de limpieza que puedan causarnos daños. Los bastoncillos pueden dañar el tímpano y provocar infecciones.
Es importante llevar un estilo de vida saludable, con una alimentación equilibrada y variada, pero también evitando hábitos nocivos, como el alcohol o el tabaco. A partir de los 60 años, no dudes en hacerte revisiones anuales para asegurarte de que todo va bien.


