Bienestar

Dormir bien para adelgazar después de los 50: la conexión entre sueño y metabolismo que pocos conocen

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Descansar bien y adelgazar, la conexión pasados los 50 años. Unsplash
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MadridSe suele centrar la atención para una vida saludable en la actividad, en hacer ejercicio físico a diario, pero igual de importante es el descanso. Una buena noche de sueño, profundo, reparador y de calidad, es esencial para poder tener un buen día y también para mejorar nuestra salud física y mental. 

Dormir bien ayuda a pensar con más claridad, a tener mejores reflejos y a concentrarse mejor, hace que nuestro sistema inmunitario funcione mejor, protege nuestro corazón y mejora la memoria. La falta de sueño se asocia con un mayor riesgo de enfermedades crónicas, de aumento de la inflamación y de riesgo de accidentes, porque al estar cansados tendemos a prestar menos atención y tener menos cuidado, por lo que no solo nos ponemos en peligro a nosotros mismos, también a las personas de nuestro alrededor. 

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La importancia de dormir bien parece evidente, pero además existe una conexión que no todo el mundo conoce y que une el sueño y nuestro metabolismo, algo que conviene tener en cuenta si queremos perder peso pasados los 50 años

La conexión entre sueño y metabolismo que pocos conocen

Si el metabolismo funciona de manera adecuada, es más sencillo mantener un peso saludables, porque se refiere a todos los procesos físicos y químicos del cuerpo que convierten alimentos y bebida en energía que se necesita para realizar funciones básicas del cuerpo, como respirar, hacer la digestión, crecer, moverse o pensar. 

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Hay ciertos factores que pueden afectar al metabolismo, haciendo que la velocidad con la que trabaja, es decir, quema calorías, sea mayor. El ejercicio físico es una de ellas, también la composición corporal (las personas con más músculo y menos grasa tienden a tener un metabolismo basal más alto): a partir de cierta edad la pérdida de masa muscular es más acentuada y un mal descanso desregula la hormona del crecimiento, que es la que favorece la salud muscular. 

Los desequilibrios hormonales pueden afectar al metabolismo, por ejemplo, la falta de sueño hace se libere menos leptina, que es la hormona supresora del apetito, también provoca que el estómago libere más grelina, que regula el apetito señalando que es momento de comer. Esto hace que quienes duermen menos o peor tengan más dificultad para perder peso porque sienten más hambre. 

La relación entre el metabolismo y el sueño es algo que se ha estudiado a lo largo del tiempo. En un reciente estudio, el doctor Chih-Hao Lee, médico y profesor de genética y enfermedades complejas de la Universidad de Harvard, ha confirmado la estrecha relación entre el buen funcionamiento del metabolismo y un descanso adecuado

Centrado en el impacto de esto pasados los 50 años, ha llegado a la conclusión de que un mal descanso puede hacer que el metabolismo se ralentice porque produce un descenso de la producción de insulina (lo que hace que los carbohidratos se acumulen en forma de grasa en lugar de convertirse en energía), también desajusta la leptina y la grelina, algo que señalábamos anteriormente, y aumenta los niveles de cortisol, lo que hace que el metabolismo se ralentice.