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La culturista de 64 años que empezó a entrenar a los 53: "Ahora puede hacer cosas que no hacía de joven"

Mónica Bousquet
Mónica Bousquet, toda una inspiración a los 64 años. instagram @monicabousquet
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Hace poco más de una década la brasileña Mónica Bousquet padecía sobrepeso, tenía diabetes y carecía de energía. Llevaba años peleándose con la báscula, pero siempre terminaba rindiéndose. Hasta que con 53 años decidió probar algo distinto. Empezó a entrenar por recomendación médica y ahora, a los 64, se encuentra mejor que nunca. El suyo es un ejemplo de que la edad no es un obstáculo para conseguir tus metas. Y que con constancia y determinación (casi) cualquier cosa es posible.

Ella misma ha contado su inspiradora historia en su cuenta de Instagram, donde tiene cientos de miles de seguidores. “Mi relación con el peso y con el cuerpo nunca fue muy buena. Mi padre era obeso, y yo pasé toda mi vida luchando con la báscula. Durante mi embarazo engordé mucho, y cuando nació mi hija me costó mucho perder peso. El tiempo fue pasando y en 2004 pensé que la solución a mis problemas era la cirugía. Me sometí a un aumento de pecho y a una abdominoplastia”, contaba.

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La condromalacia, su punto de inflexión

Pero dos años después ya había recuperado todo lo perdido debido a su caótico estilo de vida. "Bebía mucho, comía de forma desordenada y no tenía ninguna consciencia sobre lo que debía o no hacer”, confesaba. Todo cambió cuando la diagnosticaron condromalacia en las dos rodillas. "El ortopedista me dijo que la solución era entrenar para fortalecer la musculatura, lo que me asustó mucho porque yo odiaba el gimnasio, estaba horrorizada", explicaba.

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Sin embargo, el inicial rechazo visceral fue disipándose poco a poco. "El primer año fue muy difícil, muy duro. Pero empecé a hacer amigos, tenía un entrenador personal que me ayudó mucho, y las personas que tenía alrededor me motivaron mucho. Mi familia, todos me ayudaron", continuaba. No tardó en notar de que el dolor de las rodillas mejoraba, y al mismo tiempo ella se sentía más animada: "Cuando me di cuenta de que tener el peso adecuado significaba mucho más que curarme las rodillas, descubrí que envejecemos, que envejecer es parte de la vida, y decidí plantearme mi longevidad con calidad”.

Determinación y disciplina

Hoy Mónica luce un envidiable six pack muy tonificado que es producto de un trabajo constante y se presenta a competiciones de culturismo. Los entrenamientos de fuerza tienen un gran protagonismo en su rutina diaria, junto con los ejercicios cardiovasculares y, por supuesto, una buena alimentación. La brasileña se dedica a compartir sus tips de entrenamiento en redes sociales para motivar y servir de inspiración a otras mujeres que quieran llevar a cabo una transformación.

"Comencé a invertir en mí misma, a entrenar más, con más fuerza, con más ahínco, para poder tener la fuerza y el estado de ánimo que tengo ahora. Ahora puedo hacer cosas que no hacía a los 30 años, tengo vitalidad y puedo hacer lo que me proponga, lo que quiera. Y eso es muy bueno. Entrenar te hace feliz, te haces feliz y ves la vida de otra manera”, asegura. Los resultados demuestran que nunca es demasiado tarde para cambiar la vida a mejor. "Con determinación, disciplina, y gente preciosa a mi lado, sigo avanzando en este viaje de salud, entrenamiento, y mejoramiento personal", afirma en una de sus últimas publicaciones.