Hasta qué edad es recomendable mantener a los hijos: de la paga a los tuppers de comida

No siempre es sencillo asumir que los hijos ya no dependen de nosotros y son independientes
En qué nos equivocamos como padres de hijos veinteañeros: "Educar es generar en los hijos el deseo de mejorarse a sí mismos"
MadridHay momentos en los que los hijos necesitan más a los padres, tal y como sucede con los años de infancia y adolescencia. Estar presente en sus vidas es clave para que pueda crecer y desarrollarse de manera adecuada, sin embargo, también hay que saber cuándo es buena idea dar un paso a un lado y dejar que vuelen solos.
Esto no siempre es sencillo y no todo el mundo sabe hacerlo o es capaz de ello. En ocasiones se puede convertir en un problema, llegando a crear un conflicto entre las dos partes a causa de una sobreprotección o un intento de control que puede resultar agobiante.
En otras no se llega a tal extremo y la presencia de los padres se convierte en una compañía, en un refugio que ayuda a que los hijos puedan hacer su vida con tranquilidad, sabiendo que están ahí, convertidos en su red de seguridad, preparados para recogerle en el momento en el que lo necesite, ya sea de manera emocional o con una serie de tuppers que haga que su semana sea más sencilla.
Hasta qué edad es recomendable mantener a los hijos
Ser padre no es sencillo y eso implica que en muchas ocasiones surjan dudas para las que no hay una respuesta concreta. ¿Hasta qué edad es recomendable mantener a los hijos? Como en tantas ocasiones en la vida, la respuesta no puede ser exacta y lo mejor es optar por un tibio ‘depende’.
No todos los hijos son iguales y no todos tienen las mismas necesidades, algunos quieren continuar con su formación académica y puede que necesiten un mayor apoyo familiar, otros puede que se lancen al mundo laboral y dejarles algo de comida preparada sea la única manera de mostrarles un poco de apoyo y aliviar su carga.
En cualquier caso, esto debe ser algo que se acuerde entre ambas partes, que los hijos no se aprovechen de la buena voluntad de sus padres, haciendo que ellos pierdan el tiempo libre del que merecen disponer, pero que los padres tampoco empleen estos sistemas para mantener el control sobre la vida de sus hijos, usándolo como chantaje y haciendo que sientan culpa constante.
Más allá de lo emocional, lo cierto es que no existe una norma establecida, pero, en general, se entiendo que cumplir los 25 años marca la edad en la que los hijos ya no dependen económicamente de sus padres (aunque, de nuevo, cada caso es un mundo y hay muchas ocasiones en las que esto no es así).
En caso de que exista una obligatoriedad de pago de la pensión alimenticia, esta es la edad a la que se establece que se deje de pagar, porque se entiende que a esa edad el hijo ya habrá finalizado sus estudios universitarios (si los ha cursado) y, si bien puede que no encuentre trabajo de lo estudiado, se considera que podría ganarse la vida por sí mismo en cualquier otra profesión. En caso de que una enfermedad le impida trabajar, como un tratamiento contra el cáncer, la obligatoriedad de abonar la pensión alimenticia continúa.

