¿El mandil de la abuela de moda en las pasarelas de París?
El delantal fue el protagonista de la colección Primavera-Verano 2026 de Miu Miu, presentada en la Paris Fashion Week
Botones dorados, hombreras y actitud: la chaqueta militar vuelve a conquistar la moda
Quién iba a sospechar que el viejo mandil de nuestras abuelas acabaría siendo el nuevo objeto de deseo de la alta costura. Pues así es. El uniforme emblemático de las amas de casa de los años 50, 60 y 70, presente en los recuerdos de infancia de varias generaciones, se ha convertido en el protagonista de la colección Primavera-Verano 2026 de Miu Miu, presentada en la Paris Fashion Week, aunque transformado en símbolo de autonomía, poder y visibilidad.
Más que una simple tendencia estética, lo que propone Miu Miu es un manifiesto. Lo que antes era funcional y silencioso ahora se convierte en un gesto de estilo. En palabras de Miuccia Prada, directora creativa de Miu Miu, la colección “reflexiona sobre la experiencia de las mujeres, sobre su trabajo, sus adversidades y su invisibilidad”.
Declaración de identidad
El delantal deja de ser un accesorio de cocina para transformarse en una declaración de identidad. Una mezcla entre nostalgia y autodeterminación. "El trabajo como expresión de compromiso. El trabajo como símbolo de cuidado y amor. El trabajo como reflejo de independencia", explica la firma en una nota.
Así, el delantal lucido por las modelos en las pasarelas, con guiños a los estampados florales de los años 50 y reinterpretado en cuero, satén o algodón crudo, propone en choque entre la memoria y la modernidad del que surge una feminidad que no necesita esconder su esfuerzo, manchada de harina pero orgullosa. Algunas de esas modelos los llevaban sobre trajes de sastrería; otras, sobre ropa interior o trajes de baño, como si la frontera entre el trabajo y el placer se desdibujara por completo.
Recuperando lo auténtico
El fenómeno también responde a un deseo de recuperar lo auténtico, lo que tiene historia. La moda mirando hacia el pasado para entender el presente. La prenda de trabajo reinterpretada como objeto de culto. Por supuesto, hay algo de ironía en todo el asunto. Convertir un símbolo de servidumbre y artesanía en una prenda de desfile viene a decir que la moda puede estar en cualquier parte, también entre fogones.
Y la tendencia va más allá de la pasarela. En redes sociales proliferan los looks con delantales reinterpretados, capas utilitarias o faldas que recuerdan a mandiles vintage. La prenda que antes simbolizaba la sumisión ahora representa autonomía y estilo consciente. Y también es una forma de rendir homenaje a tantas generaciones de mujeres que trabajaron tan duro sin obtener reconocimiento ninguno. Un giro inesperado que, de alguna manera, reescribe la historia.
