Consejos

Cómo te afecta llegar a la madurez y no tener a tu grupo de amigos de la infancia: consejo de los expertos

No todo el mundo hace amigos en la infancia. Unsplash
Compartir

MadridLa vida da muchas vueltas y es bastante frecuente que esas amistades que se hacen en los primeros años de la vida, del colegio, con el tiempo se vayan distanciando. Cada uno sigue su propio camino y es bastante poco frecuente que este transcurra paralelo al de aquellas personas que conociste en la tierna infancia. 

Esto no quiere decir que sea imposible mantener ese grupito, de hecho, no son pocas las personas que mantienen contacto estrecho a pesar de los años, o que sacan un hueco de vez en cuando para poder verse y ponerse al día, pero ¿qué sucede si no se tiene ese grupo de amigos, si nunca se ha desarrollado ese vínculo durante la infancia? ¿Cómo nos afecta esto una vez que se llega a la madurez?

PUEDE INTERESARTE

Cómo te afecta llegar a la madurez y no tener a tu grupo de amigos de la infancia

La infancia es una etapa de crecimiento y formación personal, los vínculos que se crean durante esa época son esenciales, porque nos ayudan a aprender a funcionar en el mundo que nos rodea, en las escuelas o zonas de juegos se aprende a convivir y compartir, pero también a resolver conflictos. La familia suele ser el primer espacio de referencia que tenemos para el desarrollo, pero las amistades son el segundo gran foco para ello. 

Crecer sin un grupo de amigos a esa edad puede traducirse en una mayor dificultad para establecer lazos en la vida adulta. Crecer sin un grupo de amigos puede hacer que se desarrollen inseguridades que salen a la luz durante la vida adulta a la hora de relacionarse, por ejemplo, teniendo dificultades para comenzar una conversación. 

PUEDE INTERESARTE

Existen diferentes maneras de relacionarse, no haber pertenecido a un grupo no es lo mismo que haber crecido aislado por completo, hay personas que desarrollan relaciones individuales. Pertenecer a un grupo grande no siempre es sinónimo de seguridad, no es raro que tras esos espacios más numerosos se escondan conductas tóxicas o rivalidades. 

En general, los expertos consideran que no es tan importante la época en la que se creen esos grupos o esos lazos (pueden haber surgido durante la adolescencia y no en la infancia), siempre y cuando sean seguros. Nunca es tarde para crear esos vínculos afectivos fuertes, puede que haya que esperar a ser adulto. 

Se puede observar entre las personas que no han tenido amistades fuertes en la infancia que tienen algunos problemas para socializar, en algunos casos aumentan los niveles de ansiedad cuando se encuentran en entornos nuevos o tienen menos confianza a la hora de expresar sus opiniones. 

La mayor parte de los especialistas parecen estar de acuerdo en que el pasado no determina el futuro social, la madurez aporta herramientas emocionales extra que puede ayudar a crear esos vínculos en el presente, incluso si no se han tenido en el pasado. Así, nunca es tarde para hacer amigos, solo hay que abrirse a nuevas experiencias y dedicar tiempo y atención a los demás