Diabetes

Laura Sánchez, sobre cómo supo que era diabética: “Debuté con 40 años y sin antecedentes”

Laura Sánchez en una recinete alfombra roja
Laura Sánchez en una imagen de archivo. CORDON PRESS
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En España, el 13,8% de los adultos sufre diabetes, y los especialistas recuerdan que esta patología puede pasar desapercibida durante mucho tiempo porque los síntomas iniciales son muy sutiles e inespecíficos. En el caso de la diabetes tipo 2, hay más de cinco millones de personas diagnosticadas y se calcula que alrededor del 50% ni siquiera sabe que la padece. Ese infradiagnóstico no es una cifra abstracta: se traduce en historias concretas, como la de la modelo y empresaria Laura Sánchez, que se enteró de que tenía diabetes tipo 1 cuando ya había cumplido los 40.

“Fue una sorpresa total”: una diabetes tipo 1 que llega a los 40

En una entrevista reciente para Divinity, Laura Sánchez explicaba que su diagnóstico “fue una sorpresa total, ya que debuté con 40 años y sin antecedentes familiares”, rompiendo de golpe el tópico de que la diabetes tipo 1 es solo cosa de niños o adolescentes. La propia modelo ha explicado en la campaña de la fundación DiabetesCero que siempre ha llevado un estilo de vida sano, hace deporte, no come dulces y, aun así, “hace dos años me diagnosticaron diabetes tipo 1”, algo que describe como “demoledor”.

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Dicho diagnóstico se realizó en 2021 y desde entonces, Laura no ha dejado de contar lo que implica convivir con una condición crónica de este tipo. Ya antes de conocer este problema ya había confesado que su páncreas “no llegaba ni a la mitad de su capacidad” y que la enfermedad se le detectó solo tres meses antes, coincidiendo con sus recién cumplidos 40.

En los últimos meses, la modelo también ha vinculado ese “debut” tardío con años de estrés emocional intenso. Hace no mucho la actriz y presentadora contaba que la presión por la custodia de su hija y los viajes constantes le pasaron factura, llegando al extremo de afirmar que “Me he provocado una enfermedad crónica”, subrayando el peso que tuvo para ella el estrés en el desencadenante de la diabetes. Aunque las causas médicas de la diabetes tipo 1 son fundamentalmente autoinmunes, su relato conecta con algo que repiten los profesionales: la salud emocional también importa en cómo afrontamos la enfermedad.

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De paciente desconcertada a “cara visible” de la diabetes tipo 1

El shock inicial dio paso, con el tiempo, a una decisión: contar lo que le estaba pasando. En su testimonio para DiabetesCero, Laura reconoce que no sabía nada de la enfermedad y que lo primero que pensó fue que era “imposible” que le tocara a ella precisamente porque se cuidaba. Hoy, ese desconcierto inicial se ha convertido en una voluntad clara de hacer activismo desde su propia experiencia.

Hoy la modelo asegura que ser “cara visible de la diabetes tipo 1” es, para ella, “una obligación para dar visibilidad” y que, aunque padece esta enfermedad, eso no impide que su vida siga siendo “igual de plena”. También se preocupa de poner el foco en los estereotipos que le siguen acompañando: insiste en que la diabetes que padece “no es por comer dulces”, y subraya la importancia de las revisiones periódicas, sobre todo cuando existe un componente hereditario.

Su evolución es tan significativa, como notable, pasando de sentirse golpeada por un diagnóstico inesperado a usar su visibilidad como modelo para desmontar mitos, explicar en qué consiste la diabetes tipo 1 y recordar que convivir con ella implica un control diario, pero no una renuncia automática a una vida activa, social y profesional.

Laura Sánchez.

Cuando la diabetes no avisa

Lo que le ocurrió a Laura Sánchez encaja con una realidad que los especialistas llevan años señalando: la diabetes, en muchos casos, “no duele ni presenta síntomas” claros al principio, y eso retrasa su detección. Ese es el gran problema de la enfermedad ya que en muchos pacientes, la aparición es silenciosa y el diagnóstico llega tarde.

La diabetes puede comenzar de manera progresiva y sus primeros signos, como puede ser la sed constante, el cansancio, un aumento de la frecuencia urinaria o pequeñas infecciones repetidas, pueden ser fácilmente ignorados. El modo más eficaz de identificarla son los análisis de sangre y, además, se trata de una enfermedad que puede pasar desapercibida mucho tiempo si no se realizan revisiones rutinarias, especialmente en personas con factores de riesgo como obesidad, colesterol alto, diabetes gestacional o antecedentes familiares.

Las cifras de infradiagnóstico no son teóricas. La Asociación de Diabéticos de Cartagena (SODICAR) denunciaba hace unos días que, solo en su área, más de 8.000 personas podrían tener diabetes sin saberlo y que “muchos se enteran de que son diabéticos cuando ya tienen una retinopatía”, es decir, cuando la enfermedad ya ha dañado la retina.

Es en este contexto en el que la historia de Laura Sánchez funciona como un espejo incómodo pero útil: una mujer sana, deportista, que se cuidaba y que, aun así, “debutó” con diabetes tipo 1 a los 40 sin tener antecedentes. Su decisión de contarlo –de decir que el diagnóstico fue “una sorpresa total” y, al mismo tiempo, reivindicar que su vida sigue siendo “igual de plena”– convierte un expediente médico en un recordatorio insistente: la diabetes puede tocar a cualquiera, y la única forma de llegar a tiempo es no dar por sentado que, si no duele, no existe.