Turismo

Los cuatro nuevos pueblos más bonitos de España

Santa Gadea del Cid. Redacción Uppers
Compartir

España es un país de contrastes, ofreciendo alternativas de lo más variadas y únicas en cada uno de los puntos de nuestra geografía, a pesar de que la tendencia poblacional sea la de vaciar esa preciosa España rural. Por eso nace la iniciativa de Los Pueblos más Bonitos de España, tratando de resaltar las localidades más bellas y destacables que podemos encontrar al recorrer la piel del toro que es nuestro país. 

Esta red crecerá en 2026 hasta las 126 localidades tras incorporar cuatro nuevas joyas rurales: Santa Gadea del Cid (Burgos), Alpuente (Valencia) y las gallegas Oseira y Vilanova dos Infantes, ambas en Ourense. La decisión se tomó en la XIII Asamblea Nacional de la asociación, celebrada en Santillana del Mar, donde se ratificó su entrada tras pasar las auditorías de patrimonio, conservación y autenticidad que exige este sello creado en 2010 para promocionar el entorno rural. 

PUEDE INTERESARTE

Santa Gadea del Cid: murallas, balcones de madera y el Ebro a los pies

Al noreste de Burgos, Santa Gadea del Cid se presenta como un pueblo que parece detenido en el tiempo. La asociación la describe como una villa medieval de alrededor de 150 habitantes, articulada en torno a la iglesia-fortaleza de Santa María, del siglo XIV, que domina el caserío. El casco histórico conserva puertas medievales, como las de las Eras o Encima de la Villa, y una calle Mayor con balcones de madera y escudos tallados que siguen contando historias sobre quién mandaba aquí hace siglos. 

El pueblo, además, está rodeado por murallas y protegido por los restos de una gran fortaleza que se alza sobre el valle del Ebro, reforzando su carácter de bastión fronterizo histórico. Ese equilibrio entre paisaje y arquitectura, sumado a la cuidada conservación del conjunto medieval, es lo que ha terminado de abrirle la puerta al club de los “más bonitos”. 

PUEDE INTERESARTE

Oseira y Vilanova dos Infantes: dos postales de piedra en Ourense

En Ourense, la lista suma dos nuevos nombres que condensan buena parte del imaginario gallego: monasterios monumentales, torres de homenaje, hórreos y romerías. 

Oseira se articula alrededor del Monasterio de Santa María la Real, uno de los conjuntos cistercienses más importantes de España, levantado a partir del siglo XII y todavía habitado por monjes. Su escala y sobriedad le han valido el sobrenombre de “el Escorial gallego”, gracias a unas dimensiones poco habituales y a una iglesia considerada de las mayores del Císter en el país. El monasterio se encuentra además en la Vía de la Plata del Camino de Santiago, lo que sitúa al pequeño núcleo en una ruta histórica de peregrinación. 

A unos kilómetros, Vilanova dos Infantes mantiene el porte de aldea fortificada. El elemento que manda en el paisaje es la Torre da Homenaxe, resto del antiguo castillo, hoy restaurada y convertida en espacio expositivo comarcal. El conjunto histórico está formado por calles de trazado claramente medieval, hórreos y casas de piedra. 

La identidad del lugar se ata a una minúscula imagen mariana: la Virxe do Cristal, patrona de la aldea. Cada 15 de septiembre se celebra aquí una romería en honor a la Virgen del Cristal, con procesiones y danzas tradicionales de toda la comarca. Esa mezcla de espiritualidad popular y arquitectura defensiva explica por qué la asociación la presenta como uno de los nuevos referentes rurales del país. 

Alpuente: el primer “más bonito” valenciano

El cuarto pueblo de la lista es también un hito territorial: Alpuente se convierte en el primer municipio de la provincia de Valencia que entra en la red de Los Pueblos más Bonitos de España. 

Encajado en la comarca de Los Serranos, su casco antiguo medieval, con calles laberínticas, restos de murallas y torres defensivas, ha sido declarado Conjunto Histórico-Artístico. Entre los hitos del recorrido monumental figuran el Castillo y Murallas de Alpuente, la Torre de Alhama y otros vestigios de la antigua villa andalusí y medieval que se escalonan sobre la roca. 

Pero Alpuente también mira mucho más atrás en el tiempo: la Comunitat Valenciana lo presenta como un “destino paleontológico donde los dinosaurios dejaron sus huellas”, con yacimientos y un museo que exhibe esos restos. Esa combinación de patrimonio arqueológico, paisaje serrano y arquitectura histórica es la que ha terminado situándolo en el mapa selecto de los pueblos más bonitos de España. 

Con estas cuatro incorporaciones: una villa fortificada en Burgos, dos aldeas de piedra en Ourense y un laberinto medieval en la serranía valenciana, la red de Los Pueblos más Bonitos de España refuerza su apuesta por pequeños municipios que han hecho del patrimonio, la autenticidad y el paisaje su principal carta de futuro.