La tragedia acecha de nuevo al caserío Obena de Oleta: arde por segunda vez en 15 años y deja a una familia entera "en pijama y en la calle"

La familia busca ayuda a través de una cuenta de Instagram tras perderlo todo en el incendio
Un hombre y su cuñada mueren en el incendio de un caserío en la localidad vizcaína de Ajangiz
Vitoria-GasteizEste pasado lunes a las 00.25 horas los Bomberos de Vitoria recibieron el aviso del incendio de un caserío en Oleta. Hicieron falta cinco horas de intenso trabajo "sin descanso", en colaboración con los Bomberos de Guipúzcoa, para poder controlar un fuego que ha dejado a toda una familia en la calle. "El tejado se ha derrumbado y la casa ha quedado completamente destrozada".
En el caserío Obena vivían, hasta este fatídico lunes, cinco personas, entre ellas, Irati, una niña de ocho años; Aitzol, un menor de 15; Meritxel, la madre de 44 años; y los abuelos Mari Carmen, de 68 y José Mari de 69 años. Su hogar “ha quedado reducido a cenizas”, toda una vida en forma de fotografías, muebles, ropa y recuerdos que han desaparecido en unas pocas horas.
La rápida actuación del menor de 15 años, que "nos despertó a gritos de ¡fuego!, mientras la casa ardía", no evitó el desastre, pero sí logró poner a salvo a sus abuelos, su madre y su hermana. Tras escuchar extraños ruidos en la primera planta, descubrió el fuego y dio la alarma. En un primer instante, "hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos para sofocar las llamas: extintores, agua, mangueras..., pero al ver que no lo podíamos controlar, salimos de la vivienda", rememoran aún con la angustia en el cuerpo.
“La casa ya no está”, lamentan, pero lejos de venirse abajo y sucumbir al desaliento, se muestran firmes porque “nosotros seguimos de pie” y ya piensan en “empezar de cero”, porque “esto no es el final”.
Una vida reducida a escombros
Al día siguiente de quedarse en la calle, literalmente con lo puesto, la familia confesaba que “nunca imaginamos que nos tocaría vivir algo así de nuevo, pero aquí estamos, enfrentando el día después de perderlo todo”. Se trata de la segunda vez en 15 años que este centenario caserío, que pertenece a la familia desde hace 34 años, sufre un incendio. "Nos ha hecho rememorar el peor momento de nuestras vidas, cuando hace 15 años también lo perdimos todo a causa de otro incendio", explican.
Al parecer, una mala instalación de la chimenea pudo ser el origen del fuego que posteriormente, se propagó por la vivienda, a excepción de la primera planta que aun así ha quedado inutilizable, ante la desesperación de sus residentes que "en pijama, descalzos y en la calle" veían arder su caserío, mientras esperaban la llegada de las dotaciones de Bomberos de Vitoria, a 20 minutos de distancia de Oleta. "Para entonces las llamas habían cogido muchísima fuerza y avanzaban muy rápido por toda la cubierta. No podíamos hacer nada más que ver cómo todo se destruía", rememora una de las familiares, Daiane.
A pesar de los duros momentos por los que les está tocando pasar, la familia, que pasa estos días realojados en casas de familiares, ha querido agradecer el apoyo y cariño de todos cuantos esta semana se han acercado a echarles una mano. “En medio del desastre, un grupo de personas increíbles se reunió para ayudarnos a vaciar parte de la casa y rescatar lo poco que queda”, a ellos les dan un “gracias de corazón” por “ayudarnos sin pensarlo”. “Estamos sintiendo un cariño inmenso”, afirman.
La familia del caserío Obena de Oleta no se resigna a que el infortunio marque sus vidas y ya piensan en poner en pie su baserri, una tarea en la que necesitarán toda la ayuda posible, por eso han puesto en marcha la cuenta de Instagram, @obenabaserriazutik: “Esto no es el final. Empezamos de cero, pero no solos. Toda ayuda es bienvenida, y cada gesto, por pequeño que parezca, nos da fuerzas para seguir. Si alguien quiere colaborar, puede escribirnos por mensaje privado”.