La esquela de una mujer fallecida en Santiago sorprende por su buen humor: "Menos dramones y más bombones"

Numerosos ciudadanos, desde hace muchos años, optan por publicar esquelas en homenaje a sus seres queridos en los periódicos locales, para que la población tenga constancia de su historia. También es común que los lectores se fijen en ellas. Un caso muy curioso y que ha llamado la atención ha sido la esquela de Laura Gippini, una mujer fallecida a los 47 años en Santiago. El buen humor es la clave.

La esquela de Laura se publicó estos días en 'El Correo Gallego'. El texto comienza con la mala noticia de la muerte de Laura, pero luego dan detalles de su humor, así como el de su entorno: "Tu familia y todos tus amigos te recordaremos y te querremos siempre por tu alegría y por la que has 'liao' el día de tu cumpleaños". Se desconoce cómo fue aquella celebración, pero todos la recuerdan con emoción. Además, también se apunta en la esquela: "Menos dramones y más bombones". Un detalle que da fe de que, pese a su entierro, el humor ha imperado en su despedida.

La esquela de Laura Gippini Estévez, publicada el pasado lunes 25 de marzo:

También hay otras esquelas muy recordadas, como la de Soledad Hernández, fallecida en Madrid, que acusó a su familia de haberla abandonado y de “falta de cariño y apoyo durante la enfermedad”. También destaca la de Herminia Diego, fallecida en Valladolid, que rogó una oración por su alma y, precisó, “sus hijos pasan”.

Muchos también recuerdan al hermano de Milagros, Mari Carmen y Chelo, quien se marchó de una forma que no olvidaron: "¡Sin derjarnos la receta de la paella en escabeche!". María Rodrigo Molino, fallecida en Alcala de Guadaira, también tuvo su momento: "Para un día que salgo en una esquela y no lo veo".

Uno de los textos más llamativos fue el del futbolista Mikel Marroquín, fallecido a los 25 años, cuya esquela indicaba: "Os invito a mi última fiustuki, abstenerse gente triste". Y la solidaridad tampoco falta en las esquelas. Un ejemplo el de la profesora de inglés Alicia Jones, afincada en Vigo, cuya esquela señalaba: "Un acto alegre de despedida con tortilla y vino. No se admiten flores y el dinero destinado a ellas será entregado a una ONG". El humor y un último mensaje que siempre dejan huella.

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