Dos submarinistas coruñeses graban su encuentro con el delfín Manoliño en la ría de Ferrol, A Coruña
Dani y su hermano salieron a bucear por la ría de Ferrol cuando el delfín les sorprendió
Insiste en que conocen las recomendaciones y en ningún momento lo buscaron para jugar
El delfín Manoliño lleva más de cuatro años paseándose por las rías y puertos gallegos
A CoruñaEl buceador Dani Bouzas y su hermano Martín se vieron sorprendidos hace unos días al encontrarse en la ría de Ferrol con el delfín Manoliño, el cetáceo que lleva varios años paseándose por las rías y puertos gallegos.
Dani Bouzas, buceador, aficionado a la pesca submarina y creador de contenido, salió con su hermano a bucear pensando que sería un día más. Debido a las condiciones del mar, con alerta naranja, ambos buscaron una zona más resguardada, en la ría de Ferrol, para poder entrenar apnea de manera segura y cómoda, y también para recoger basura de los fondos marinos.
Ambos estaban practicando apnea en la zona de Mugardos cuando el delfín se acercó a ellos. “Todo iba bien hasta que un sonido estridente empieza a sonar en nuestros oídos, cada vez más cerca, de la nada”, relata Dani, cuando sintió un fuerte aleteo pegado a él: “Nada más girarme, me deja sin aliento lo que era una inmensa sombra rodeándome cada vez más cerca, una sombra curiosa y prudente que analizaba todos mis movimientos, supongo que para averiguar si se trataba de una amenaza", detalla sobre el encuentro.
El delfín buscó el acercamiento a los submarinistas
“Por su comportamiento dócil y amigable dedujimos que era Manoliño, recuerda, "el famoso delfín gallego que anda de puerto en puerto por toda la costa gallega” . El delfín se iba aproximando poco a poco y el encuentro quedó grabado en un vídeo que Dani ha compartido en su perfil de Instagram.
"Sabemos que no se debe bucear, ni nadar con cetáceos, conocemos bien las recomendaciones de no interactuar ni molestarlos", insiste el buceador, aficionado a la pesca submarina y que suele compartir sus inmersiones en las redes sociales. Dani quiere dejar claro que fue un encuentro de Manoliño con los buceadores, y no al contrario. En ningún momento lo buscaron e intentaron jugar, reitera, porque además son muy conscientes que "no se debe interactuar con él".
Este joven de 29 años lleva cientos de inmersiones pero este encuentro será difícil de olvidar, porque “esto impresiona”. “Estábamos a 300 metros de la costa, y el delfín nos acompañó, fue un encuentro mágico y bonito”, recuerda. “No os voy a mentir, relata en sus redes, nos dejamos llevar por la magia de ese momento y solo… disfrutamos”, recuerda Dani que nunca hasta ahora había vivido una experiencia como esta.
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