CAMBIO CLIMÁTICO

Mucho calor... pero el agua está más fría que nunca en las playas gallegas: un experto explica el por qué

Decenas de personas en la playa de Samil, en Vigo, Pontevedra.. Europa Press
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VigoEl sol aprieta estos días en Galicia, pero quienes se atreven a meterse en el mar lo notan al instante: el agua está más fría de lo habitual. ¿La razón? Un fenómeno llamado afloramiento costero. En pocas palabras, el viento del norte empuja el agua superficial hacia el fondo marino y llegan aguas más profundas y, por consiguiente, más frías. Y curiosamente, este fenómeno suele darse justo cuando las temperaturas en tierra son más altas.

“Cuando el anticiclón entra en Galicia —como está ocurriendo estos días en forma de cuña desde las Azores—, provoca un viento de componente norte. Ese viento desplaza el agua superficial hacia la plataforma continental y, por continuidad, ascienden aguas más profundas, que lógicamente están más frías”, explica Juan Taboada, coordinador de Meteogalicia.

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El agua estaba más caliente de lo normal

Ese fenómeno explica por qué hemos pasado de los 22 °C del agua en junio a los 14 °C actuales en zonas como las Islas Cíes. Para que esa temperatura volviera a subir, haría falta mucha energía, ya que el agua tiene una alta capacidad calorífica. Pero si el viento del norte persiste, el afloramiento se mantiene y no permite ese calentamiento.

De todos modos, Taboada matiza que los más de 20 grados que vimos a finales de junio no son lo normal en Galicia. “Junio fue un mes muy cálido. De hecho, registramos las temperaturas medias más altas de la serie histórica. Aquel anticiclón no llegaba como ahora desde Azores, sino que se situaba más al norte, y por eso no generaba ese viento del norte que activa el afloramiento”.

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Un fenómeno con efectos positivos (aunque no apetezca meterse al agua)

Es cierto que ahora cuesta más darse un baño. Pero el afloramiento costero es un fenómeno natural, característico de Galicia, y también muy beneficioso. “Esa agua profunda que sube trae consigo muchos nutrientes —explica Taboada—, y eso hace que nuestras costas, especialmente las rías, tengan una productividad primaria muy alta”.

Gracias a ello, Galicia es una potencia en marisqueo, acuicultura y pesca. Por eso, más que preocuparse por las aguas frías, Taboada llama la atención sobre lo contrario: el aumento de temperatura del mar, cada vez más frecuente y preocupante.