Salvador Ramos, el autor del tiroteo de la escuela de Texas, a los niños: “Vais a morir”

Salvador Ramos, lo tenía claro. Iba a disparar a su abuela y a disparar contra la gente dentro de la escuela Robb de Uvalde, Texas. Lo dijo en Facebook y lo hizo. Cuando llegó al colegio se dirigió a una clase de cuarto curso. “Vais a morir”, le dijo a sus víctimas.

Las 21 víctimas mortales, 19 niños y dos adultas, estaban en la misma clase. Belinda Irene Arreola, abuela de Amerie Jo, aseguró su nieta, una de las fallecidas, intentó coger su teléfono para llamar a emergencias. En ese momento, el asesino de la escuela de Texas le dijo: “Vais a morir”. Después le disparó. La compañera de mesa de Amerie quedó completamente llena de sangre.

“No sabemos el motivo o lo que provocó el tiroteo”, ha dicho Steven McCraw, director del departamento de Seguridad Pública de Texas. La actuación de Salvador Ramos, de 18 años, empezó en su casa como lo había planeado y contado en Facebook.

Salvador Ramos dijo en Facebook lo que iba a hacer

En su perfil, el joven anunció un poco antes de comenzar su atrocidad: “Voy a disparar a mi abuela”. Poco tiempo después confesó: “he disparado a mi abuela”. Por último, escribió: “Me voy a disparar a la escuela de primaria”.

La abuela de Ramos, de 66 años y herida de bala en la cara, pudo salir de su casa a pedir ayuda. El nieto, que recientemente había decidido dejar la escuela secundaria, cercana al colegio de primaria Robb, ya había huido en la pick-up familiar.

Así sucedió todo dentro de la escuela Robb de Uvalde

Una patrulla de policía siguió al autor del tiroteo de Texas hasta la escuela. A pesar de chocar contra la valla del centro y de que le dispararon, Salvador Ramos logró entrar. Rápidamente se personaron más policías, que trataron de sacar a los niños por las ventanas mientras había fuego cruzado. Tres agentes resultaron heridos en los 15 minutos que duraron los disparos. Todo acabó cuando llegaron refuerzos de agentes fronterizos. Uvalde, de 200.000 habitantes, limita con México.

Los 21 cadáveres que dejó Salvador Ramos estaban en la misma clase, un aula de cuatro curso. Los alumnos no tienen más de 10 años. Ramos ha matado a bocajarro a 19 niños y a dos profesoras, Eva Mireles y Irma Gracía , que trataron de proteger con su vida la de sus alumnos.